La Casa Memoria José Domingo Cañas, un espacio dedicado a la preservación de la memoria histórica de las víctimas de la dictadura, denunció haber sido blanco de un acto de vandalismo el pasado lunes 30 de septiembre. Según un comunicado emitido por la fundación, el ataque habría sido protagonizado por dos personas ligadas al Partido Republicano, entre ellas Carlos Vega, quien es candidato a concejal por la comuna de Ñuñoa.
Las cámaras de seguridad del lugar captaron el momento en que Vega, acompañado de una mujer, se detuvo frente al memorial. Aunque no fue él quien ejecutó el acto, las imágenes muestran a la mujer pisoteando y destruyendo las fotografías de detenidos desaparecidos que se exhiben en el sitio. Durante la acción, ambos se habrían tomado fotografías mientras reían, lo cual, según la Casa Memoria, constituye un acto de burla y revictimización hacia los familiares de las víctimas y a quienes trabajan en la protección de estos espacios.
El Partido Republicano, en la mira
Ante estos hechos, la fundación exigió que se realice una investigación exhaustiva y que se sancione a los responsables del Partido Republicano. “No podemos permitir que el negacionismo y el odio hacia la memoria histórica tengan cabida y se expresen con impunidad”, señalaron en su declaración pública. Asimismo, advirtieron que este tipo de incidentes no solo hieren la memoria de las víctimas, sino que también envían un mensaje de desdén hacia la verdad histórica.
Carlos Vega, al verse involucrado en la denuncia, recurrió a sus redes sociales para defenderse. En su cuenta de Instagram, explicó que efectivamente pasó por el lugar en el contexto de sus actividades de campaña, pero negó haber participado en el ataque. “Mis manos no tocaron nada de ese lugar ni el material que estaba fuera de eso. Estoy seguro y tranquilo”, comentó. Sin embargo, reconoció que desde que se difundieron las imágenes ha recibido amenazas en su contra.
El candidato del Partido Republicano aseguró que las amenazas van desde agresiones físicas hasta advertencias de violencia más severa. En respuesta a las críticas y solicitudes de disculpas por parte de la comunidad, Vega afirmó: “Si alguien de mi equipo hizo algo, pido disculpas de antemano, pero yo no tuve ninguna intención de causar daño”. Posteriormente, cambió su cuenta de Instagram a modo privado, argumentando que no se dejaría afectar por “mensajes de odio”.
Un caso que causó repudio rápidamente
Antes de estos acontecimientos, Carlos Vega se había presentado como un defensor del liberalismo y el libre mercado en sus redes sociales, describiéndose como alguien comprometido con la reducción del tamaño del Estado y el respeto a las libertades individuales. Incluso llegó a compararse en tono de broma con Donald Trump, autodenominándose el “Trump de Ñuñoa”. A pesar de la polémica, Vega mantiene su candidatura y asegura que seguirá trabajando por sus ideales y propuestas en el ámbito comunal.
La situación ha generado un amplio rechazo, especialmente por tratarse de un ataque a un lugar de memoria. Organizaciones de derechos humanos y la comunidad local exigen una respuesta contundente y medidas que aseguren la protección de estos espacios, fundamentales para recordar y honrar a las víctimas del pasado.
