Una decisión judicial emitida este miércoles por la Comisión de Libertades Condicionales de la Corte de Apelaciones de Coyhaique ha puesto nuevamente en el centro de la atención mediática uno de los casos de violencia de género más resonantes del país. Tras ocho años de encarcelamiento, Mauricio Ortega, condenado por el brutal ataque a su expareja Nabila Rifo, obtuvo el beneficio de la libertad condicional. La resolución se dictó luego de que la Comisión revisara las postulaciones de 35 internos.
Ortega, quien fue sentenciado en julio de 2017 a 18 años de presidio, estaba cumpliendo su condena en la cárcel de Puerto Aysén. La Tercera confirmó que el condenado ha sido autorizado para dejar el recinto penitenciario. La víctima del ataque, Nabila Rifo, hoy de 38 años, ha lidiado con secuelas permanentes derivadas de la agresión que la convirtió en un símbolo nacional de la lucha contra la violencia machista.
El brutal suceso ocurrió el 14 de mayo de 2016 y generó una profunda conmoción social. La agresión se desencadenó tras una discusión en la que Rifo decidió poner fin a la relación con Ortega. El hombre la atacó con piedras hasta dejarla inconsciente en el suelo. Sin detenerse, procedió a infligir una de las peores lesiones, arrancándole sus globos oculares antes de huir de la escena.
Novedades en el caso de Nabila Rifo
El caso de Nabila Rifo generó no solo dolor e indignación por la naturaleza del ataque, sino también un amplio debate en torno a la tipificación del delito. La sentencia final estableció el cargo de lesiones graves gravísimas, una resolución que en su momento causó profundo malestar e indignación pública, pues muchos clamaban por la calificación de femicidio frustrado en el juicio.
La magnitud del ataque de 2016 movilizó a la sociedad, llevando a la organización de masivas protestas en diversas ciudades del país, todas bajo la consigna de exigir "Justicia por Nabila". Ahora, la decisión de otorgar la libertad condicional a Mauricio Ortega reabre el capítulo de este caso emblemático a nivel país, volviendo a confrontar a la opinión pública con las complejidades de la justicia penal en materia de violencia de género.
