En las últimas semanas, Cecilia Bolocco ha decidido romper el silencio y hablar abiertamente con los medios sobre temas que durante mucho tiempo evitó comentar. Su actitud ha llamado la atención, ya que por años optó por mantener su vida personal al margen del ojo público. Sin embargo, en recientes entrevistas, ha abordado aspectos sensibles de su pasado, como su relación con el fallecido expresidente argentino Carlos Menem y los conflictos familiares asociados a su legado.
Una de las conversaciones más comentadas ocurrió durante su participación en el programa Brutality, donde Cecilia Bolocco abordó sin filtros su antiguo conflicto con Zulemita Menem, hija de Carlos Menem, así como su experiencia personal junto al exmandatario. En esa instancia, sorprendió con una reflexión íntima sobre su vínculo con Menem: “Si hay algo que yo le doy gracias a Dios es haber conocido a Carlos, haberme enamorado de él y haber tenido a mi hijo”, expresó de manera sincera en declaraciones recogidas por Glamorama y La Cuarta.
Aprovechando esa instancia, la ex Miss Universo profundizó aún más en sus sentimientos, reconociendo que, aunque actualmente vive una etapa plena con su actual pareja, el legado emocional que le dejó Carlos Menem sigue siendo invaluable. “Hoy vivo tal vez el mejor momento en pareja de mi vida, sin lugar a dudas, porque encontré a mi gran compañero, pero con Carlos tuve a mi hijo, a la razón de mi vida, a la luz de mi existir”, declaró con emoción.
Cecilia Bolocco confesó la herencia de Menem
Más recientemente, en una entrevista concedida al diario El Mercurio, Bolocco habló sobre la controversia por la herencia del expresidente argentino, especialmente en lo relativo a su hijo, Máximo. Con claridad, afirmó: “La única que se ha preocupado de la herencia, yo creo que ha sido ella. Yo no tengo idea y Máximo tampoco”, deslizando que ni ella ni su hijo están involucrados en las disputas legales por los bienes de Menem.
Además, Cecilia Bolocco explicó que el único recuerdo material que Máximo conserva de su padre son dos relojes que Carlos le entregó en vida. No obstante, quiso subrayar que lo más importante para su hijo no fue lo material, sino haber podido compartir un momento íntimo y significativo con su padre antes de su fallecimiento. “Lo realmente valioso para Máximo fue que pudo despedirse y estar a solas con su padre antes de la muerte, porque antes nunca lo dejaron a solas”, concluyó con evidente carga emocional.