El hallazgo del cuerpo de Juan Sanhueza, vigía de la embarcación Cobra, este jueves ha desatado múltiples especulaciones entre expertos y allegados. Su desaparición sigue siendo un enigma, sin respuestas claras sobre las causas o circunstancias que lo llevaron a alejarse antes de ser encontrado sin vida.
Rosa, cuñada de Sanhueza, expresó su desconcierto ante los hechos: “Yo no tengo la menor idea de por qué desapareció o qué le dijeron. Esa es la duda, porque no se sabe nada”. Sus palabras reflejan la incertidumbre que rodea el caso, especialmente tras las decisiones que tomó el hombre antes de su desaparición.
Entre las hipótesis, se analiza una reunión ofrecida por la empresa Blumar a la tripulación del Cobra tras el naufragio de la lancha Bruma. Según relató Rosa, el viernes pasado, Juan rechazó acompañar al grupo: “Ellos tenían que juntarse y él dijo ‘no, váyanse, yo me voy solo’. ¿Y por qué? A veces pensamos que alguien le dijo algo y él se asustó, y se tomó ese bus”. Este comportamiento inusual ha llevado a su familia a pensar que pudo haber recibido datos clave antes de desaparecer.
Sigue el misterio del caso Cobra
Lázaro Bravo, cuñado y yerno de los pescadores desaparecidos, sugirió la posibilidad de un acuerdo encubierto. En conversación con 24 Horas, afirmó: “Yo creo que él se lleva información muy muy importante. Para mí no hay ninguna duda de que hay un pacto de silencio, y también un alineamiento de parte de la empresa hacia ello”. Sus declaraciones apuntan a una trama más compleja detrás de lo sucedido con el Cobra.
Mientras las investigaciones continúan, la familia y las autoridades buscan esclarecer si la conducta de Sanhueza estuvo motivada por información confidencial, lo que podría revelar nuevos detalles sobre este caso que mantiene en vilo a la comunidad.
