Este martes, el 8° Juzgado de Garantía de Santiago decretó la prisión preventiva para el exfutbolista Jorge Valdivia, quien fue acusado del delito de violación. La medida fue tomada durante una audiencia de formalización a puerta cerrada, donde la Fiscalía presentó los antecedentes del caso y argumentó que el exseleccionado nacional representa un riesgo para la seguridad pública.
La jueza Ely Rothfeld, a cargo del tribunal, acogió la solicitud del Ministerio Público y determinó que Jorge Valdivia deberá cumplir la medida cautelar en el Complejo Penitenciario de Rancagua, mientras se desarrolla la investigación. El plazo establecido para esta etapa del proceso judicial es de 90 días, tiempo en el cual se reunirán más pruebas y testimonios sobre los hechos que se le imputan.
Valdivia ha sido asignado al módulo 86 del penal, un sector de baja complejidad donde se encuentran otros reclusos que cumplen condena por delitos de menor gravedad. Este módulo, que alberga a unos 150 internos, es conocido por estar compuesto principalmente por personas que practican la fe evangélica. Las celdas en esta sección son compartidas por dos o tres personas, lo que marca una diferencia con otros sectores más peligrosos del penal.
Jorge Valdivia y una situación muy compleja
Entre los compañeros de módulo de Jorge Valdivia se encuentran figuras conocidas, como Eduardo Macaya, padre del senador Javier Macaya, quien fue condenado a seis años de cárcel por abuso sexual reiterado, y Juan Ramón Godoy, ex alcalde de Rancagua, que está en prisión preventiva por múltiples cargos, entre ellos fraude al fisco y cohecho.
El arribo de Valdivia al penal no pasó desapercibido entre los reos. Oliver Guzmán, un profesional de apoyo del Centro Penitenciario de Rancagua, confirmó a 24 Horas que los internos ya estaban al tanto de la llegada del exfutbolista. "Sí, ya avisaron los gendarmes adentro", comentó Guzmán, quien agregó que muchos reclusos tienen curiosidad por conocer en persona a la figura que hasta ahora solo habían visto en televisión.
