La actriz María José Prieto ha vuelto a la palestra pública para defender con vehemencia a su esposo, el actor Cristián Campos, ante la grave denuncia de connotación sexual interpuesta por Rafaella di Girolamo. En una reciente entrevista con Cecilia Gutiérrez para su programa Bombastic, Prieto no solo reiteró su incredulidad ante los hechos, sino que también puso en tela de juicio la credibilidad de la querellante y la actuación de su madre, la reconocida actriz Claudia di Girolamo.
Prieto inició su descargo cuestionando la solidez de la acusación: "Hay tres hechos, los dos primeros son solamente relatos de la querellante, sin ningún contraste, sin ningún testigo de oídas, ni testigo presencial. Entonces es como la palabra de una persona contra la otra". La actriz enfatizó su profundo conocimiento de Rafaella di Girolamo, a quien conoce hace más de 25 años. "Conozco sus trastornos de personalidad, conozco sus conductas, su carácter manipulador, sus mentiras. Ella misma en sus declaraciones dice que iba al sicólogo y que les mentía a todos, dicho por ella", expuso, deslegitimando abiertamente la versión de la denunciante.
La esposa de Campos profundizó en el pasado de Rafaella, buscando posibles explicaciones a sus declaraciones. Mencionó que la querellante "cuenta que fue víctima de violencia intrafamiliar de los 1 a los 3 años de edad, cuando Cristián ni siquiera existía, o sea no estaba en su vida todavía. Esa edad es clave también para formar apegos con las figuras parentales". Además, María José Prieto reveló que Rafaella tuvo una "adolescencia muy compleja", marcada por viajes a Nueva York a los 9 años para ver a su padre biológico, donde "asistía a fiestas con drogas, fiestas que no eran para menores de edad. Entonces ella también estuvo expuesta a cosas muy no correctas para niños". La actriz incluso señaló una "relación muy violenta" con su padre biológico al regresar de Estados Unidos, culminando en un deseo de cambiarse el apellido, un hecho que califica de "curioso".
Duras palabras de María José Prieto
El cuestionamiento de María José Prieto se extendió al rol de Claudia di Girolamo en el tercer hecho denunciado. Prieto se refirió a la singularidad de que la madre de la querellante "recuerda este hecho en el año 2020, cuando esta mujer (Rafaella di Girolamo) le escribe una carta, carta que escribe con una amiga que es especialista en abusos y con su amigo Jaime Parada, con el que también redactó la querella, es decir con un escritor. ¿Por qué para escribirle a la mamá necesita a tantas personas?". Lo más llamativo para Prieto es que Claudia "tiene un flashback y recuerda que encontró a su hija con el padrastro desnudo". Sin embargo, se pregunta: "¿Cómo no llevaste a tu hija al Servicio Médico Legal?, ¿cómo no le dijiste a nadie?", considerando que Claudia di Girolamo siguió casada y durmiendo con Campos tras ese supuesto descubrimiento.
Finalmente, María José Prieto recurrió a su propia experiencia como víctima de abuso para contrastarla con la de Rafaella di Girolamo. "Yo sí fui abusada por mi padrastro y fui de las primeras que sacó la voz hace 30 años. Yo fui abusada de los 9 a los 16 años", compartió. La actriz se mostró perpleja por la tardanza de Rafaella en reaccionar. "Si esta mujer se demoró mucho tiempo en tener este flashback, el año 2010, cuando encara a Cristián y le dice qué él había abusado de ella, ¿por qué se demora tanto desde ese minuto que ella cayó en cuenta?, se demora no solo en hacer la denuncia, sino en hablar con su mamá, en hablar con sus hermanos, en hablar conmigo. Cómo ella no habló conmigo, pensando en que obviamente para detener al abusador y para que no existan más víctimas. Estamos hablando de menores de edad, cómo a ella que es profesional de la salud no le importa eso", concluyó, manifestando su incomprensión ante la falta de acción temprana por parte de la querellante.
