El alcalde de Santiago, Mario Desbordes, se refirió a los supuestos momentos de tensión que se habrían vivido durante la inauguración oficial de las fondas en el Parque O’Higgins junto al Presidente Gabriel Boric. Las interacciones en el evento, que Boric asistió junto a su pareja, Paula Carrasco, y su hija, desataron una ola de críticas y especulaciones en redes sociales sobre un posible desaire político.
Dos situaciones en particular fueron las que generaron controversia en las plataformas digitales. Por un lado, adherentes del alcalde afirmaron que el Mandatario le habría hecho un desaire al pasar por su lado, concretando el saludo solo después de que el jefe comunal se acercó. Por otro lado, defensores del Presidente cuestionaron la supuesta indiferencia de Carolina Pereira, esposa de Mario Desbordes, al presuntamente negarse a darle la mano a la máxima autoridad.
Respecto al presunto desaire, Desbordes precisó en Mega que el Presidente estaba al tanto de su presencia. “El Presidente sabía que yo estaba ahí, estaba avisado que yo lo iba a recibir, no sé qué pasó exactamente", dijo el alcalde. Con evidente molestia, Desbordes abordó la decisión de Boric de inaugurar oficialmente las Fiestas Patrias en La Pampilla, en lugar de Santiago. "Es una tradición que tiene más de 100 años. Él estuvo aquí en Santiago mientras su alcaldesa era de su sector político y ahora que no es así se manda a cambiar a donde hay uno de su sector, eso yo no lo considero correcto”, agregó el edil.
Mario Desbordes, en boca de todos
En cuanto a la polémica que involucró a su esposa, el alcalde fue enfático al desmentir la versión que circuló. “Ponen un video en el que dicen que mi señora no saludó al Presidente, y evidentemente en el video que ellos mismos suben se ve que mi señora sí lo saluda, con mucho cariño a la pareja del Presidente", aseguró Mario Desbordes. Además, confirmó que su hija menor, de 12 años, también saludó al Mandatario, desacreditando la acusación de indiferencia.
Las aclaraciones de Mario Desbordes buscan poner fin a las especulaciones generadas por las interacciones en el Parque O'Higgins. El cruce de versiones en redes sociales, que se centró en un aparente "desaire" presidencial y una "indiferencia" de la esposa del alcalde, puso nuevamente en el centro del debate la delgada línea entre los gestos protocolares y las interpretaciones políticas en eventos de alta visibilidad.