Una visita de campaña de la candidata presidencial de Chile Vamos, Evelyn Matthei, a la comuna de Curicó, en la Región del Maule, se vio abruptamente interrumpida por una serie de preguntas incómodas que provocaron una particular reacción de la exalcaldesa. Lo que comenzó como un punto de prensa rutinario en la plaza de la ciudad, escaló rápidamente a un momento de tensión entre la candidata y un reportero local.
El periodista del medio Vivimos la Noticia no dudó en abordar a Evelyn Matthei con preguntas incisivas sobre su posición en las encuestas y una posible retirada de la carrera presidencial. "¿En la última encuesta no ha marcado tanto... ¿Usted va a seguir hasta el final con esta campaña? ¿Posibilidades de bajarse? Incluso han habido llamados del sector...", inquirió el comunicador. La respuesta de Matthei, aunque inicial, fue categórica: "Jajajá. Perdón, pero yo estoy empatada en el segundo lugar y voy a pasar a segunda vuelta y no tengo ningún problema", desestimando de plano cualquier opción de bajarse.
El reportero, lejos de conformarse, insistió: "Entonces descarta bajarse". Matthei, visiblemente molesta, optó por no dar más cabida a las especulaciones: "Mire, han inventado tanta tontera, que no me voy a referir a ello. Pero yo voy a pasar a segunda vuelta y voy a ganar". Su firmeza buscaba disipar cualquier duda sobre su compromiso con la carrera hacia La Moneda, pero la interacción ya había tomado un rumbo inesperado.
Evelyn Matthei no se guardó nada y es furor
La tensión alcanzó su punto máximo cuando el mismo periodista, tras otras preguntas, volvió a la carga con una consulta sobre la afluencia de público: "¿Esperaba más gente acá en la plaza? ¿Más candidatos y autoridades?". Ante esta última pregunta, la candidata no respondió directamente al cuestionamiento. En cambio, con evidente molestia, Evelyn Matthei se limitó a preguntar: "¿Quién lo mandó? ¿Quién lo mandó a este señor?".
Antes de que el diálogo pudiera continuar, el senador Rodrigo Galilea (RN) intervino rápidamente, interponiéndose entre la candidata y el reportero para dar por terminado el punto de prensa. El episodio dejó en evidencia la sensibilidad de la candidata a preguntas que apuntan a la fortaleza de su campaña y el posible agotamiento de su equipo ante el constante escrutinio mediático.