Esta semana, un sismo de magnitud 6,0 tuvo lugar cerca de Sierra Gorda, en la región de Antofagasta, llamando la atención por su particular origen. A diferencia de la mayoría de los movimientos sísmicos que afectan a Chile, este terremoto no se produjo en el límite entre las placas de Nazca y Sudamericana, sino dentro de la propia placa de Nazca, un fenómeno menos frecuente en la zona.
El geofísico Cristian Farías, en una entrevista con el programa Mucho Gusto de Mega, detalló que este tipo de sismos, al ocurrir a una profundidad de alrededor de 100 kilómetros, suelen percibirse con mayor intensidad y duración. Aunque no son comunes, eventos similares han marcado la historia sísmica del país, como el devastador terremoto de Chillán en 1939. Farías destacó que, aunque estos movimientos generan alarma, no son completamente anormales, aunque sí menos frecuentes que los que ocurren en la costa.
¿Se acerca un terremoto?
El experto también descartó que este sismo sea un indicador directo de un terremoto de mayor magnitud en el corto plazo. Sin embargo, advirtió que el norte de Chile, específicamente la zona entre Iquique y Mejillones, continúa acumulando energía sísmica, lo que podría derivar en un evento de magnitud entre 8,3 y 8,4 en el futuro. Además, mencionó que la costa de Atacama también representa un área de riesgo potencial.
Farías subrayó que, aunque este tipo de sismos no son habituales, forman parte de la dinámica geológica de la región. “Son movimientos que nos asustan mucho, pero no son completamente anormales, aunque sí ocurren con menos frecuencia que los sismos costeros”, reiteró.
Las autoridades y la comunidad científica continúan monitoreando la actividad sísmica en la zona, recordando a la población la importancia de mantenerse informada y preparada ante posibles eventos futuros. Aunque no hay señales de un terremoto inminente, la historia sísmica de Chile refuerza la necesidad de estar alerta, especialmente en las regiones del norte del país.
