Irene Cordón, pareja de Toni Espadas, el miembro asesinado del equipo de Socios por el Mundo, no se guardó nada en las últimas horas y entregó detalles de cómo fue la tragedia. La mencionada entregó más información de lo sucedido en lo que tenía que ser una jornada normal de grabaciones en Etiopía.
"No fue ni un ataque, ni un tiroteo, ni una emboscada y no los estaban esperando. Gue un disparo que podría haber chocado contra el retrovisor del coche que conducía, pero tuvo la mala suerte de impactar en la cabeza de Toni", expuso Irene en diálogo con el medio catalán El Periódico, desde Adís Abeba, la capital de Etiopía.
Momento aterrador en Socios por el Mundo
"Escucharon disturbios y tomaron un camino secundario para evitarlos. Iba con la ventana abierta y, de repente, vieron a dos jóvenes, uno de ellos con un Kalashnikov (fusil de asalto soviético) en la mano. Parecía que les indicaban (con señales) que frenaran el coche", agregó la esposa del miembro fallecido de Socios por el mundo.
"Toni prosiguió la marcha y se acercó lentamente hacia los dos jóvenes. Uno de ellos disparó y la bala impactó en la cabeza de Toni, causando su muerte inmediata. El tiro perfectamente pudo dar en el retrovisor, la rueda, o a cualquier otro lado", expresó Cordón.
Cabe resaltar que la esposa del miembro fallecido de Socios por el Mundo fue hasta las redes sociales para escribir: "Aún no acabo de creer que nos hayas dejado. Tengo una tristeza dentro de mí que no me deja ni respirar. Has ido demasiado pronto. Tantas cosas que hemos hecho juntos y tantas cosas que se han quedado por hacer".
Tristeza en la familia de Toni Espadas
"A pesar de que siempre decíamos que teníamos que aprovechar la vida al máximo, que era necesario vivirla intensamente. Tú lo has sabido hacer a la perfección. Me decías: ‘hoy estamos y mañana no lo sabemos’. Soy una privilegiada por haber estado a tu lado de quien cada día aprendía algo. Eres excepcional, único. Un ser luminoso", indicó.
Para cerrar, aseveró: "Te he amado como no sabía que podía querer a una pareja. Lástima que te hayas apagado tan pronto. Dejas en mí (y en mucha gente) una huella enorme, imborrable. Pero también me dejas un vacío inmenso. Una vez más, marchas de viaje, pero éste es de ‘no retorno’. Desde aquí, desde Adís Abeba, de donde me has hecho venir a buscarte".