En los últimos días, Paz Suárez volvió a estar en el centro de la controversia luego de lanzar duras críticas hacia la actual candidata presidencial Carolina Tohá, reviviendo tensiones que ya habían generado fricción entre ambas en el pasado. La situación encendió nuevamente los ánimos dentro del espectro político, especialmente considerando que Suárez ha tenido un historial de enfrentamientos con figuras de su antiguo partido, el PPD.
Cabe recordar que hace un par de años, Paz Suárez fue suspendida de su rol como vicepresidenta del Partido por la Democracia, luego de un conflicto con Tohá relacionado con la polémica por el caso Soquimich. En ese entonces, durante una intervención en el programa "Tiempos Violentos", Suárez había declarado que la molestia de Tohá era irrelevante: “Que se enoje si quiere, todo el PPD se enojó con ella en su momento por lo de Soquimich”.
Más recientemente, en una entrevista concedida a Radio Agricultura, Suárez retomó el tema con comentarios aún más polémicos. Relató que una persona de su entorno le había llamado para brindarle apoyo en medio de la controversia, asegurándole que ella era “una mujer normal” en contraposición a lo que describía como comportamientos inusuales de Tohá durante su paso por La Moneda.
Paz Suárez no se contuvo
Según Paz Suárez, su fuente le relató que Tohá habría solicitado colocar una fotografía de gran tamaño de su padre en su oficina, situándose ella misma de manera simbólica en un lugar menor dentro de la imagen. También aseguró que todas las fotos en el escritorio de Tohá serían de su padre, lo que, según ella, reflejaría un trauma no resuelto relacionado con su infancia. A esto sumó un comentario sobre la vida amorosa de la exministra, insinuando que buscaba figuras paternas en sus relaciones.
Las redes sociales reaccionaron con rapidez y contundencia. Numerosos usuarios expresaron su rechazo a las declaraciones de Suárez, calificándolas como ofensivas, inapropiadas y carentes de ética. Comentarios como “ruin y penoso” o “pseudo-moralismo” marcaron el tono de la conversación digital, evidenciando que el episodio ha dejado un fuerte impacto tanto en el ámbito político como en la opinión pública.
