Un hecho que ha generado indignación en la comuna de El Bosque involucra a un hombre acusado de estafar a su propio padre y a su pareja, ambos adultos mayores, despojándolos de su departamento. La pareja, engañada con promesas falsas, terminó sin techo y tuvo que recurrir a una iglesia para encontrar refugio temporal. El caso ha sacudido a la comunidad, poniendo en evidencia la vulnerabilidad de las personas mayores ante este tipo de abusos. Por esto, Julio César Rodríguez no se guardó nada.
El acusado, hijo biológico de una de las víctimas, habría llegado a la vivienda de sus padres en un estado de desesperación, asegurando que enfrentaba una deuda millonaria y que necesitaba urgentemente el inmueble para evitar un embargo. Con lágrimas y palabras convincentes, les prometió que, si le transferían la propiedad, les compraría una nueva casa. “Todo parecía perfecto, me ilusioné mucho”, relató la mujer afectada, quien confió en las palabras de su hijastro.
El padre, visiblemente afectado, también compartió su versión: “Llegó llorando, diciendo que estaba afligido y desesperado. Me conmovió tanto que accedí a cederle el departamento”. Sin embargo, lejos de cumplir su promesa, el hombre habría comenzado a arrendar la propiedad para obtener ganancias, dejando a sus progenitores en la calle.
Julio César Rodríguez salió al cruce
El caso llegó a los medios de comunicación cuando el periodista Julio César Rodríguez confrontó al acusado en vivo durante el programa Contigo en la mañana. En un tenso intercambio, Rodríguez cuestionó al hombre sobre cómo podía justificar su acción ante dos personas mayores que habían perdido todo. “Usted es joven, mire a estas personas”, le espetó el comunicador. El acusado, por su parte, intentó defenderse alegando que los medios exageraban la situación y que él había intentado devolver el departamento en varias ocasiones, aunque admitió que la propiedad estaba embargada debido a sus propias deudas.
Durante la entrevista, el hombre reveló que actualmente se dedica a lavar autos y atribuyó parte de sus problemas financieros a una contadora que lo habría estafado desde 2014, aunque mencionó que esta persona ya falleció. Mientras tanto, los adultos mayores continúan esperando una solución, viviendo en condiciones precarias y dependiendo de la caridad de otros. El caso ha dejado en evidencia no solo la desconfianza que puede surgir incluso dentro de las familias, sino también la necesidad de mayores mecanismos de protección para los adultos mayores en situaciones de vulnerabilidad.
