La desaparición de Estefanía Sotomayor, una joven madre de 37 años, tuvo un giro inesperado tras casi un mes de incertidumbre. La mujer había sido vista por última vez el 20 de noviembre, cuando salió de su trabajo en una óptica ubicada en el centro de Santiago. Después de terminar su jornada laboral, se dirigió a un restaurante en las cercanías, pero no regresó a su hogar ni se volvió a tener noticias de ella.
Los colegas de Estefanía informaron que la mujer había sido víctima de maltratos por parte de su ex pareja, lo que generó sospechas sobre su paradero. Este hombre fue contactado por la policía, pero se mostró distante y evitó dar información relevante. "Ya no estoy con ella, así que no me interesa. No me molesten", fue su respuesta, lo que profundizó el misterio alrededor del caso.
La angustia de la familia y amigos se incrementó cuando, tras la aparición del caso en un programa matutino de televisión, se produjo un llamado inesperado. La notera Daniela Muñoz relató que mientras cubría la noticia, recibió información de un contacto cercano de Estefanía, quien aseguró haber recibido una llamada de la desaparecida. "La voz de Estefanía era inconfundible", recordó la hermana de la joven, Grace, quien comenzó a viajar inmediatamente hacia el lugar indicado.
¿Qué le ocurrió a la mujer desaparecida?
La noticia se tornó aún más desconcertante cuando Estefanía, aparentemente en buen estado de salud, indicó a su compañero de trabajo que se encontraba en un lugar distinto al que había mencionado inicialmente. La familia de la mujer se dirigió rápidamente a la zona, con la esperanza de encontrarla sana y salva, aunque la incertidumbre seguía latente.
Finalmente, en la comuna de San Joaquín, la hermana de Estefanía la vio caminando sola por la calle, visiblemente afectada, pero con vida. A pesar de la delgadez y el evidente shock emocional, el reencuentro trajo alivio a los seres queridos de la joven madre. "Es un alivio saber que está viva, aunque no sabemos aún lo que sucedió en estos días", expresó Grace, emocionada y aliviada al poder abrazar nuevamente a su hermana.
