En un tenso intercambio, el periodista José Antonio Neme cuestionó a una comerciante ambulante de nacionalidad peruana sobre la legalidad de su situación en Chile. El diálogo se dio en el contexto de la instalación de piedras en Estación Central, una medida implementada para evitar la ocupación ilegal de espacios públicos con puestos de venta. "¿Tiene sus documentos al día? ¿Por qué arriesgarse a estar permanentemente en ese juego del gato y el ratón?", preguntó Neme a la mujer, quien se identificó como Rosa.
La comerciante, aunque reconoció no haber regularizado su situación, defendió su derecho a trabajar. "Si me pidieran documentos, uno enfrenta todo eso para poder trabajar y aportar al Estado, esa es la idea de uno, pero nunca he hecho el intento", respondió. Además, criticó la forma en que se colocaron las piedras: "¡Mire esas piedras mal colocadas! Yo también vendo, pero hubieran hecho otra estrategia. Con esas piedras cualquiera puede tropezar. Hubieran puesto un jardincito".
Rosa justificó su actividad argumentando que el flujo de personas en la zona favorece las ventas. "Acá la venta se mueve. Uno tiene que ser inteligente, donde está el Metro, se vende", afirmó. Sin embargo, José Antonio Neme no tardó en responder, señalando que el comercio ambulante ha contribuido a la degradación de varios barrios en la Región Metropolitana. "La primera acción de inteligencia es conocer la ley del lugar donde uno llega. El comercio ambulante ha degradado los barrios, así que no nos pida a la audiencia que mire esto con ojos de amabilidad", expresó con indignación.
José Antonio Neme no se guardó nada
La periodista Natasha Kennard intervino para recordar que las piedras fueron colocadas precisamente para evitar el daño causado por el comercio informal. "¿Usted está consciente del daño que se causa?", preguntó. Rosa admitió que no todos los vendedores actúan de buena fe. "Sí, estoy consciente del daño que se causa, porque no todo venimos con el corazón bueno a trabajar. Por un pecado de uno, pagamos todos. Uno quiere respetar la casa donde está", respondió.
José Antonio Neme insistió en que el problema no es moral, sino legal, y cuestionó a Rosa sobre si había intentado regularizar su situación. "No, pero sí me han dicho que lo haga. Pasando las vacaciones, estoy pensando en hacer eso", contestó la comerciante. El periodista cerró el diálogo con ironía: "La señora Rosa, muy amorosa y todo, pero dice con una inocencia o una torpeza intelectual que ‘deberían haber puesto un jardín’... ¿Qué? ¿Acaso le vamos a poner orquídeas, señora Rosa? Eso está lleno de grasa".