Juan Reyes, exencargado de compras en la Municipalidad de Maipú, brindó un extenso testimonio ante la fiscalía, en el que reveló prácticas irregulares ocurridas durante la administración de la exalcaldesa Cathy Barriga. Sus declaraciones detallan desde presiones internas hasta presuntos desvíos de dinero público, generando nuevas preocupaciones sobre el uso de los recursos municipales durante dicho periodo.
Según explicó Reyes, desde su llegada al municipio en 2017, detectó maniobras sospechosas en el manejo de la llamada caja chica, un fondo municipal destinado a cubrir gastos menores que no requieren justificación formal si son inferiores a 100 UTM. Indicó que superiores jerárquicos le exigieron beneficiar a ciertos proveedores en las licitaciones, asegurando que las órdenes venían “desde arriba” y que debía guardar silencio sobre el destino del dinero.
En su testimonio, Reyes afirmó que César Saavedra, cercano al administrador Felipe Contreras, fue quien le advirtió sobre la existencia de "saldos" que debían ser entregados a altos funcionarios. Aunque no se le revelaron nombres específicos, Reyes dedujo que se trataba de directivos municipales o incluso de la propia alcaldesa. “Me di cuenta que estaban sacando dinero de la alcaldía”, señaló el exfuncionario, quien temía represalias si se negaba a cumplir con estas órdenes.
Cathy Barriga sigue en la palestra
Una de las figuras clave en este entramado sería Luis Japaz, asesor cercano a Cathy Barriga, quien presuntamente ordenaba pagos en efectivo por montos cercanos al medio millón de pesos. Reyes aseguró que ese dinero se entregaba a un estafeta para su depósito, aunque nunca se aclaró su destino final. También denunció que se le exigía adquirir productos a ciertos proveedores específicos, bajo amenazas de perder su puesto en caso de negarse.
El exfuncionario también señaló que recursos públicos habrían sido utilizados para compras privadas, incluyendo alimentos para la casa de Cathy Barriga y un retiro en efectivo de $700 mil, entregado por una funcionaria directamente a la entonces alcaldesa. Asimismo, comentó que actos administrativos, como banquetes de representación, sirvieron para incluir a su esposo, Joaquín Lavín, con un costo cercano a los $16 millones. Además, Reyes denunció la existencia de contrataciones inusuales, como la de un supuesto “mayordomo” que cumplía funciones personales para Barriga, pese a estar contratado con fondos municipales.
