Un sismo de magnitud 6.0 remeció la zona cercana a Sierra Gorda, en la Región de Antofagasta, durante esta semana. Lo que llamó la atención de los expertos fue que este movimiento telúrico se originó dentro de la placa de Nazca, a diferencia de la mayoría de los temblores que ocurren en Chile, los cuales suelen generarse en el límite entre placas tectónicas. Este hecho ha despertado interés en la comunidad científica debido a sus particularidades.
El geofísico Cristian Farías, en una entrevista con el programa Mucho Gusto, explicó que este tipo de sismos, al ocurrir a una profundidad cercana a los 100 kilómetros, tienden a percibirse con mayor intensidad y duración. “Estos temblores nos asustan mucho, pero aunque no son completamente anormales, son menos frecuentes que los que ocurren en la costa”, señaló Farías. Además, aclaró que este evento no debe interpretarse como un indicador directo de un terremoto de mayor magnitud en el corto plazo.
Sin embargo, Farías advirtió que en el norte de Chile, específicamente en la zona comprendida entre Iquique y Mejillones, continúa acumulándose energía sísmica. Según sus estimaciones, esta región tiene el potencial de generar un terremoto de magnitud entre 8.3 y 8.4 en el futuro. Esta acumulación de energía es un fenómeno conocido y monitoreado por los expertos, aunque no es posible predecir cuándo ocurrirá un evento de tales características.
Marcelo Lagos preocupa a todos con sus dichos
Por su parte, el geógrafo Marcelo Lagos, en declaraciones al programa Contigo en la mañana, enfatizó que, si bien es posible estimar de manera aproximada la magnitud de un sismo futuro basándose en factores como el ancho y largo de la zona de ruptura y el movimiento de las placas tectónicas, estas proyecciones no implican certeza. “Podría ser 8, podría ser 7.9. La sismología es una ciencia nueva y compleja, y la predicción exacta aún no existe”, afirmó Lagos.
Marcelo Lagos también reconoció que no sería sorprendente que ocurriera un terremoto de magnitud superior a 8 en el sur de Iquique, las costas de Atacama o incluso en la zona central de Chile. “No sería raro un evento de esa magnitud en esas áreas”, concluyó el experto, recordando que Chile es un país altamente sísmico y que la preparación ante estos fenómenos naturales sigue siendo fundamental para la población.