El candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami (ME-O) participó en el vodcast Quizá no sea nada de Porcel TV, donde se sometió a una distendida sección conocida como el "ping pong presidencial". En un tono más relajado y cercano, compartió reflexiones y respondió con singular franqueza a una serie de preguntas que lo vincularon con sus principales adversarios políticos en escenarios cotidianos e informales.
El momento más curioso y que desató las risas del panel ocurrió al inicio de la sección. Cuando una de las animadoras le preguntó a quién le confiaría su corte de pelo, ME-O respondió con rapidez y confianza: "(Jeannette) Jara, que me copia el peinado". Con esta ingeniosa contestación, el candidato presidencial aludió a un rasgo físico común, dando a entender que ambos comparten un estilo de cabello canoso. La respuesta marcó un distendido quiebre con las habituales asperezas políticas.
La franqueza de ME-O se mantuvo a lo largo de las preguntas, revelando afinidades y especulaciones sobre la personalidad de otros aspirantes a La Moneda. Al ser consultado sobre con quién se iría de viaje al Caribe, el candidato nombró a su adversario de la derecha: "Kast tiene una cosa rara... nos caemos bien con Kast, peleamos duro, pero nos caemos bien", indicó, sugiriendo una camaradería oculta a pesar de las fuertes disputas políticas.
ME-O es furor en estas horas
En esa misma línea, se le preguntó a Enríquez-Ominami con quién compartiría un momento de relajo. Sin rodeos, el candidato reveló su deseo de compartir bebidas alcohólicas con una de las figuras femeninas de la derecha, señalando que se tomaría "una o varias chelas" con Evelyn Matthei. Su justificación se centró en la personalidad de la alcaldesa: "debe ser loca para conversar", afirmó.
Finalmente, el candidato presidencial no se detuvo en las conversaciones y también se aventuró a imaginar un encuentro en la pista de baile. ME-O agregó que saldría a bailar con el diputado Johannes Kaiser, proyectando un potencial inesperado en el legislador. "Debe ser un fenómeno bailando", sentenció, cerrando el ping pong con una serie de respuestas que humanizaron las figuras de sus contendores.
