Durante una conversación con La Tercera, la candidata presidencial y líder del bloque Socialismo Democrático (PS-PPD-PR y PL), Carolina Tohá, confirmó públicamente que mantiene una relación sentimental con el actual ministro de Hacienda, Mario Marcel. La exministra aseguró que su vínculo personal no representa ningún conflicto legal o ético, descartando así posibles cuestionamientos. "Legalmente, no existe ninguna incompatibilidad, ni ahora ni en el pasado", afirmó con claridad.
La revelación no pasó desapercibida en el espectro político, especialmente en sectores de la oposición, donde algunos representantes alzaron la voz señalando supuestos conflictos de interés. Sin embargo, Carolina Tohá fue enfática al aclarar que su relación no influye en su labor pública ni en las decisiones de gobierno, rechazando cualquier insinuación de tráfico de influencias.
El conocido periodista y conductor de Mucho Gusto, José Antonio Neme, no dudó en responder a las críticas generadas por este anuncio. Con su estilo característico, Neme calificó de "ridículas" las acusaciones de algunos sectores políticos. "La derecha salió como si fuera un escándalo, bailando y gritando 'tráfico de influencias'. ¿En serio? ¡Déjense de tonterías!", expresó con ironía durante su intervención.
Neme no se guardó nada sobre Carolina Tohá
Más allá de la discusión política, Neme enfatizó la importancia de separar la vida privada de las figuras públicas de su desempeño profesional. "No se trata de defender a Tohá como política, sino como persona. ¿Acaso no tienen derecho a enamorarse?", cuestionó. Además, criticó duramente a un parlamentario que pidió investigar posibles irregularidades durante su tiempo en el gabinete, tildando el comentario de absurdo.
El comunicador cerró su reflexión sobre Carolina Tohá subrayando la importancia de la libertad de expresión, pero advirtiendo sobre los límites de las acusaciones sin fundamento. "Podemos debatir todo, pero sin caer en estupideces", sentenció. Su intervención generó un amplio debate en redes sociales, donde muchos coincidieron en la necesidad de respetar la privacidad de las relaciones personales, siempre y cuando no afecten el interés público.
