Nicolás Copano ha compartido una anécdota personal que resuena con la reciente polémica que envuelve a Daniel Fuenzalida y su excompañera de podcast, Rosario Bravo. En su espacio de YouTube TurnoAM, el comunicador de 38 años reveló que, hace años, se encontró con una situación similar a la de Bravo: Fuenzalida había registrado a su nombre el dominio "copano.cl" sin su conocimiento.
Nicolás Copano relató su experiencia, aclarando de entrada que no tiene animosidad hacia Fuenzalida. “Yo tengo una anécdota con Daniel... Nosotros antes, en este mismo edificio, arrendábamos una sala al ‘Huevo’ y su productora. Y Daniel siempre fue amable. Yo no tengo ningún problema con él y no tengo nada malo que decir", comenzó su relato. Sin embargo, la situación cambió cuando su relación laboral finalizó.
Fue entonces, al finalizar la relación profesional, que Copano decidió verificar el estado del dominio asociado a su apellido. “Cuando se fue y se terminó esa relación, yo me metí a nic.cl, que es el sistema de los dominios, y me encontré con que había registrado copano.cl. Fue años atrás”, detalló. Ante este hallazgo, Copano interpretó la acción como una potencial estrategia de Fuenzalida para forzar una comunicación o un pago por el dominio, lo que a su juicio, podría haber derivado en un conflicto.
Nicolás Copano se ve involucrado en la polémica de Daniel Fuenzalida
Frente a esta coyuntura, el comunicador optó por una estrategia inesperada: no confrontar a Fuenzalida. “Tomé una decisión estratégica: dejarlo pasar. No le dije nada. Pero guardé la carpeta”, afirmó. Esta experiencia previa le permitió entender mejor la situación de Rosario Bravo, sugiriendo que la práctica de registrar dominios a nombre propio podría ser una especie de "adicción" o "mala costumbre" por parte de Fuenzalida.
A pesar de la peculiaridad de la situación, Nicolás Copano intentó ofrecer una perspectiva matizada sobre el comportamiento de Fuenzalida. “Quiero ser justo: creo que esas cosas son como de una persona que sufrió algún evento de desconfianza. Lo puedo llegar a comprender, pero no puedo llegar a compartirlo”, concluyó Copano, distanciándose de la acción, pero buscando una explicación a la misma. La revelación de Copano añade una capa adicional de información a la discusión sobre el manejo de registros de propiedad intelectual por parte de figuras públicas.