La familia de Francisco Albornoz, el farmacéutico de 21 años, ha anunciado una decisión crucial en su incansable búsqueda de justicia. Tras la aparición de nuevos y "macabros antecedentes" en la fase inicial de la investigación, que actualmente mantiene en prisión preventiva a José “Kai” Baeza y Christian González, los allegados a Albornoz han concluido que el caso "no puede ser tratado como uno más". Esta postura subraya la determinación de los familiares frente a la brutalidad de los hechos.
A través de un comunicado difundido en redes sociales, la familia de Albornoz informó sobre los pasos a seguir. En un acto que describen como "difícil y económicamente exigente", pero que nace "desde lo más profundo del amor y la responsabilidad", han optado por fortalecer la representación legal de Francisco. La medida implica la contratación de abogados particulares con el objetivo de defender los intereses de la víctima y colaborar activamente con la Fiscalía en el proceso judicial que se avecina.
La decisión de incorporar asesoría legal privada se fundamenta en la convicción de que el caso de Francisco no debe ser abordado como un expediente común. Según el comunicado, "lo que le ocurrió a Francisco fue brutal, injusto y merece toda la fuerza legal y humana posible para alcanzar la justicia plena". Esta declaración enfatiza la gravedad de los acontecimientos y la necesidad de una respuesta judicial contundente que refleje la magnitud del daño infligido.
Sigue la investigación en el caso de Francisco Albornoz
Conscientes de la complejidad y la extensión del proceso que tienen por delante, la familia de Francisco Albornoz reafirma su compromiso inquebrantable. "Sabemos que este camino será largo y complejo", señalaron en su comunicado, pero al mismo tiempo expresaron una fuerte convicción: "también sabemos que él lo haría por nosotros. Y por eso, con convicción y unidad, vamos a dar esta batalla". Esta postura colectiva refleja la unidad y la determinación familiar para afrontar los desafíos legales venideros.
El comunicado de la familia concluye con un mensaje claro y emotivo, que busca resonar en la opinión pública y en el ámbito judicial: "Francisco no está solo. Francisco no será olvidado. Francisco merece justicia". Estas palabras finales encapsulan el espíritu de la lucha que emprenden los allegados a Francisco Albornoz, quienes buscan asegurar que su caso reciba la atención y la rigurosidad necesaria para que se haga justicia.