La rivalidad entre el abanderado del PDG, Franco Parisi, y el candidato del Partido Nacional Libertario, Johannes Kaiser, ha escalado a un nuevo nivel con la propuesta de la llamada “Ley Kaiser” por parte del economista. El anuncio de Parisi surge como una respuesta directa a Kaiser, quien lo había calificado como “muy menor” y había cuestionado su trayectoria académica.
En una conversación con The Clinic, Kaiser arremetió contra Parisi, afirmando que este “tiene un gran tejado de vidrio”. El candidato libertario aseguró que el economista fue desvinculado de dos instituciones académicas por motivos distintos a su capacidad. Consultado por la prensa, Kaiser ninguneó al líder del PDG, sentenciando: “Yo no me refiero a ese candidato, creo que es muy menor. Toda mi campaña es transparente, no me voy a prestar para que el señor Franco Parisi se articule políticamente a mi costa”.
Lejos de ignorar el ataque, Franco Parisi respondió con dureza, acusando a Kaiser de ser un diputado sin méritos profesionales. El economista lo calificó como “bastante limitado intelectualmente” y aseguró que lo que está haciendo es una “corrupción”. En este marco de confrontación, Parisi anunció la "Ley Kaiser", una propuesta para evitar que las autoridades en ejercicio utilicen sus cargos para financiar sus campañas.
Franco Parisi apuntó contra Kaiser
La iniciativa busca que diputados, senadores, alcaldes y gobernadores renuncien a sus cargos seis meses antes de postular a una nueva elección, con el fin de evitar que se financien campañas con “plata de los chilenos”. Esta propuesta generó diversas reacciones en otros candidatos presidenciales. Marco Enríquez-Ominami coincidió en la necesidad de limitar los recursos, aunque también criticó lo que llamó un “circo mediático”. Por su parte, Harold Mayne-Nicholls advirtió sobre la viabilidad de la medida, señalando que paralizaría el aparato legislativo y operativo de los gobiernos regionales por medio año.
Mayne-Nicholls apuntó que este tipo de propuestas deben ser aplicables en la práctica y no quedarse solo en declaraciones de intenciones. Mientras tanto, Enríquez-Ominami agregó que él “impulsaría el financiamiento público aún más bajo, reduciría lo más posible, prohibiría incluso las palomas, la publicidad callejera, creo que no tiene ningún sentido”, abriendo el debate sobre la transparencia y el financiamiento en las campañas políticas.