Las autoridades de Magallanes dieron por concluidos los intensos operativos de búsqueda en el Circuito Macizo de Paine, dentro del Parque Nacional Torres del Paine, durante la tarde del martes. La operación se centró en siete personas que permanecían desaparecidas tras una violenta tormenta de viento y nieve. El balance oficial confirmó que, de los siete inicialmente buscados, tres fueron encontrados con vida, mientras que cuatro lamentablemente fallecieron, sumándose a una víctima confirmada previamente, lo que eleva el total de fallecidos a cinco.
La compleja operación de rescate en Torres del Paine, marcada por condiciones climáticas sumamente adversas y un terreno de difícil acceso, concluyó con la confirmación de las nacionalidades de las víctimas fatales. El balance oficial estableció que los cinco turistas fallecidos son: dos mexicanos, dos alemanes y una ciudadana británica. Esta tragedia ocurrió luego de que el grupo quedara atrapado en la intempestiva tormenta de viento y nieve que azotó el sector.
Se confirmó la identidad de los cinco turistas que perdieron la vida: los mexicanos Julián García Pimentel (36) y Cristina Calvillo Tobar (37); los alemanes Nadine Lichey (45) y Andreas Von Pein (52); y la británica Victoria Bond (30). La emergencia se dio a conocer la noche del lunes, cuando otros visitantes extranjeros emitieron un desesperado mensaje de alerta, informando que “Hay gente que escaló el John Gardner esta mañana y el tiempo empeoró drásticamente. Hay demasiada nieve y algunas personas están atoradas en el paso. Vientos muy fuertes, superiores a 193 km/h”.
Tragedia en Torres del Paine
Un video compartido días antes de la tragedia en Torres del Paine por uno de los acompañantes de Victoria Bond podría resultar relevante para la investigación. En la publicación de Instagram, el hombre describía con humor las dificultades iniciales de la ruta, señalando: “Día 1 del Patagonia O-Trek. ¿Por qué diablos volé 8.000 km cuando podría haber caminado por Bodmin Moor (Inglaterra) bajo una llovizna ligera?”. El hombre advertía, entre bromas, sobre las duras condiciones que encontrarían.
El relato, consignado por T13, continuaba describiendo las adversidades: “Llovió a cántaros desde el primer paso. El sendero se transformó en algo parecido a un afluente del Amazonas y, en un momento, estoy casi seguro de que vi a una trucha adelantarme. Cinco cruces de río y solo un maldito puente. Tendría que haber traído un kayak… y un sacerdote”, añadió el sujeto. Pese a las dificultades, el relato terminaba con un momento de optimismo: “La moral estaba por el suelo… y ENTONCES el cielo se despejó de golpe, el valle se abrió como una lata de duraznos y entramos tambaleando al campamento con los pies destrozados por la humedad”.