Tras el fallecimiento del carabinero Rodrigo Puga Herrera, quien fue herido por un disparo en las afueras del Teatro Caupolicán, surgieron revelaciones preocupantes sobre las circunstancias de su muerte. Se ha confirmado que, junto con otro colega, estaba desempeñando labores de seguridad privada dentro del recinto, una actividad que está estrictamente prohibida para funcionarios en servicio activo.
Inicialmente, se informó que Puga era un asistente más en el evento, pero con el paso de las horas se aclaró que tanto él como su compañero estaban trabajando como guardias de seguridad. En la madrugada, al notar una pelea en la calle, el carabinero y su compañero salieron para intervenir. En ese momento, el compañero de Puga realizó dos disparos, uno de los cuales impactó en Rodrigo, causándole heridas fatales que provocaron su muerte más tarde en la exPosta Central.
El carabinero responsable de los disparos fue arrestado y dado de baja, enfrentando la posibilidad de ser formalizado por homicidio consumado. El teniente Fernando Albornoz calificó la situación como una "falta grave", subrayando que los carabineros en servicio activo tienen prohibido participar en trabajos de seguridad privada. Añadió que estos actos son irregulares y no reflejan el comportamiento común de los funcionarios en servicio, quienes deben adherirse estrictamente a las normas de la institución.
Novedades sobre el carabinero fallecido
Albornoz también enfatizó que esta situación es distinta para carabineros en retiro, quienes sí están autorizados por la Ley de Seguridad Privada para realizar estas labores. "Queremos ser transparentes con la comunidad", declaró, confirmando que ambos funcionarios estaban en servicio activo cuando ocurrieron los hechos.
Rodrigo Puga Herrera era un carabinero con una carrera destacada dentro de la institución. Casado y padre de dos hijos, uno de 15 años y otro que pronto cumpliría su primer año, Puga era conocido por su dedicación y compromiso. Con una hoja de vida impecable, era un formador respetado de nuevos carabineros en su comisaría, donde compartía su experiencia y lideraba con paciencia y generosidad.