La primera noche del Festival de Viña del Mar 2024 quedó marcada por la polémica presentación del humorista George Harris, quien enfrentó una serie de dificultades durante su rutina, generando un tenso enfrentamiento con el público de la Quinta Vergara. Desde los primeros minutos de su actuación, el venezolano recibió abucheos constantes, lo que lo llevó a adoptar una actitud confrontacional que fue criticada por los asistentes. Los animadores del evento, Karen Doggenweiler y Rafael Araneda, tuvieron que intervenir en varias ocasiones para intentar calmar los ánimos y aconsejar al comediante.
En un momento clave, los presentadores abordaron a George Harris en el escenario, dándole recomendaciones tanto en cámara como fuera de ella. Araneda reveló posteriormente que le sugirió al humorista evitar confrontar al público y mantener un ritmo más ágil en su rutina. “Le dije que no peleara, se lo mencioné en el escenario, un poco en tono de broma, pero también con el micrófono apagado: ‘no te enganches y avanza más rápido’”, explicó el animador. Además, Araneda destacó que nunca había visto una rutina en la que el debate principal fuera si el artista debía quedarse o abandonar el escenario.
Siguen las repercusiones tras el show de George Harris
El director del festival, Daniel Merino, también compartió detalles sobre lo ocurrido tras bambalinas. Según Merino, Harris le consultó cómo podía revertir la situación, a lo que él respondió de manera similar a Araneda, aconsejándole que evitara confrontar al público. Además, el director reveló que el humorista no siguió la rutina que habían revisado previamente. “No hizo la rutina que estaba planificada. Debe haber hecho unos 10 minutos de su presentación, cuando en realidad eran 50. Saltó directamente al final, omitiendo gran parte de su material”, afirmó Merino.
La presentación de George Harris dejó en evidencia la complejidad de enfrentarse al exigente público de Viña del Mar, conocido como "el Monstruo". A pesar de los esfuerzos de los animadores y del equipo detrás de escena, el humorista no logró reconectar con la audiencia, lo que generó un episodio que sin duda será recordado como uno de los más controvertidos de esta edición del festival. La noche inaugural dejó en claro que, en la Quinta Vergara, el éxito de una presentación depende no solo del talento del artista, sino también de su capacidad para manejar la presión y adaptarse a las demandas del público.
