El empresario Rodrigo Topelberg, quien recientemente dejó la prisión preventiva y quedó bajo arresto domiciliario, reveló detalles de su encuentro con el abogado Luis Hermosilla en el exanexo Capitán Yáber, donde ambos estuvieron detenidos. El mismo, involucrado en el Caso Audios, relató cómo fue su último día en prisión y el tenso momento en que se cruzó con el formalizado por delitos tributarios en la misma causa.
En una entrevista con Meganoticias, Rodrigo recordó su reacción al ver a Luis Hermosilla: “Lo miré y le dije ‘bienvenido a Yáber, don Satanás’. Intenté mantener distancia, pero no lo logré. Me pidió consejos y, de alguna manera, me vi arrastrado nuevamente a la situación”. Topelberg es conocido por haber filtrado la grabación clave que comprometió a Hermosilla, en la que se mencionan sobornos al Servicio de Impuestos Internos y presunto lavado de activos.
¿Más problemas para Luis Hermosilla?
La grabación fue obtenida de Leonarda Villalobos, quien la entregó el 22 de junio, y su difusión provocó que Luis Hermosilla y los hermanos Sauer terminaran en prisión. El empresario contó que decidió compartir el audio después de intentar sin éxito que el Ministerio Público actuara sobre su denuncia. “Pasaron tres meses sin respuesta. Mis abogados me decían que la causa era secreta, pero necesitaba presionar. Entonces, filtré los audios a Ciper, haciéndome pasar por Daniel”, explicó.
Para esto, adquirió un nuevo teléfono y envió los archivos en formato MP3. Sobre su tiempo en Capitán Yáber, donde compartió celda con sus antiguos socios, Topelberg describió la experiencia como "horrible". Aunque el exanexo es conocido por sus mejores condiciones, como agua caliente y calefacción, señaló que las reglas eran estrictas. Cualquier altercado podía resultar en el traslado a Santiago 1, una cárcel con peores condiciones.
Durante su estancia, evitó al principio el contacto con los hermanos Sauer, pero con el tiempo comenzaron a interactuar. “Al tercer o cuarto día, ya estábamos conviviendo. Ellos empezaron a pedirme ayuda, querían que usara mis recursos para salir de ahí”, contó Topelberg, quien incluso terminó cortándoles el cabello los domingos, sintiéndose cada vez más "miserable".
