La detención de Jorge Ugalde Parraguez, principal sospechoso del triple homicidio que conmocionó a La Reina, podría extender las consecuencias judiciales a su propia esposa, Trinidad Cruz-Coke, quien es a su vez hermana de la víctima fatal, el fotógrafo Eduardo Cruz-Coke. El psicólogo de 59 años es el imputado por la muerte de su cuñado y sus dos sobrinos de 17 años, pero las autoridades no han descartado la participación de más personas en el crimen.
El jefe de Delitos contra las Personas de la PDI, Jorge Abate, confirmó que la evidencia es concluyente en contra del detenido, pero dejó abierta la posibilidad de que el círculo de sospecha se amplíe. “Tenemos totalmente acreditada la participación, de la persona imputada y detenida. La investigación continúa así que no podemos descartar que existan otras personas involucradas”, adelantó el detective, poniendo a la mujer de Ugalde y hermana de Eduardo en el radar de la policía.
El escenario se vuelve más complejo al considerar la residencia de la pareja, pues Ugalde y su esposa, Trinidad Cruz-Coke, vivían hasta su aprehensión en una de las tres viviendas ubicadas en el mismo terreno donde fueron hallados los tres cuerpos sin vida. La investigación, según un reportaje de CHV Noticias, tomó un nuevo rumbo a partir de la declaración de la madre de los jóvenes fallecidos (exesposa del fotógrafo), quien descartó la tesis del parricidio al describirlo como un padre profundamente dedicado a sus hijos.
Sigue la investigación en el caso del fotógrafo asesinado
El móvil principal detrás del crimen se habría originado en una antigua y profunda tensión familiar de índole económica. El citado medio reveló que la disputa giraba en torno a una sociedad inmobiliaria constituida en 2014, de la que Trinidad Cruz-Coke, sus padres y su esposo eran parte. Dicha sociedad es propietaria de tres inmuebles —incluido el terreno en La Reina y dos departamentos en Santiago Centro—, cuyo valor comercial se estima en cerca de mil millones de pesos.
La tensión se agudizó tras el fallecimiento de los adultos mayores de la familia, lo que desencadenó el proceso de posesión efectiva de la herencia y el traspaso de los bienes a los herederos legales. El conflicto escaló, principalmente porque el fotógrafo se habría negado a vender la casa donde residía en La Reina, un punto de fricción que, de acuerdo al expediente del caso, ya había provocado una situación similar hace dos años.
