El pasado jueves, durante la noche "anglo" del Festival de Viña del Mar, el periodista Rodrigo Sepúlveda vivió un momento incómodo al ser recibido con abucheos por parte del público al inicio de su presentación. Sepúlveda, quien debía coanimar junto a Karen Doggenweiler el segmento de las Competencias Folclóricas e Internacionales, se encontró con una reacción inesperada que llevó a la producción del canal Mega a tomar medidas inmediatas para evitar un mayor malestar.
Ante la situación, el canal decidió reprogramar su participación en el bloque, optando por que Karen Doggenweiler apareciera junto a Rafa Araneda en su lugar. Esta decisión buscó proteger a Rodrigo Sepúlveda de un posible bochorno mayor y permitió que el comunicador tuviera una segunda oportunidad durante la noche de cierre del festival, donde logró reivindicarse ante el público.
Tras el incidente, Rodrigo Sepúlveda rompió el silencio y compartió su perspectiva sobre lo ocurrido. En una entrevista en el programa Que te lo digo, el periodista expresó que entendió los abucheos como parte de la democracia y la libertad de expresión. "Yo lo entendí como parte de la recepción de algunas personas negativas a algunas opiniones mías dentro del noticiero", señaló, refiriéndose a sus comentarios políticos y sociales en el espacio informativo.
Rodrigo Sepúlveda no se guardó nada
El comunicador, quien próximamente asumirá como animador del programa Mucho Gusto, añadió que no se sintió afectado por la reacción del público. "Uno no es monedita de oro, y sobre todo cuando permanentemente estamos dando opiniones políticas, opiniones fuertes respecto a lo que pasa en el país, nada más", afirmó. Sepúlveda destacó que las críticas son parte del ejercicio de su profesión y que respeta el derecho de las personas a manifestarse.
Finalmente, Rodrigo Sepúlveda cerró con una reflexión sobre el episodio: "La gente tiene todo el derecho a manifestarse, y si había un grupo que quiso pifiar, bienvenido sea, eso es". Con esta actitud, el periodista demostró madurez y comprensión frente a las reacciones del público, reafirmando su compromiso con la libertad de expresión y el diálogo en su labor comunicativa.
