Una inesperada y perturbadora confesión surgió esta semana por parte del reconocido actor Rodrigo Muñoz, durante su participación en el programa "Amiga date cuenta" de TV+. En un giro revelador, Muñoz compartió una experiencia que lo marcó profundamente: un incidente que, en retrospectiva, califica como un momento de abuso mientras filmaba una escena de sexo con una colega. Su testimonio arroja luz sobre la vulnerabilidad que pueden enfrentar los actores, incluso en entornos controlados de filmación.
El actor detalló la incomodidad inherente a este tipo de escenas, donde la tensión es palpable y los intérpretes buscan evitar el contacto directo. "Estaba con una compañera haciendo una escena de sexo, que son muy incómodas porque tú tratas de no tocar a la otra persona y estás nervioso", explicó Rodrigo Muñoz. Añadió que, por protocolo, se suele reducir al mínimo el personal en el set, dejando solo a los protagonistas y a los camarógrafos para preservar la intimidad. Sin embargo, lo que ocurrió a continuación trascendió los límites esperados.
Muñoz relató un momento específico que lo descolocó por completo y que, a la postre, lo llevó a sentirse "pasado a llevar". "Esta niña se sacó los calzones, cuando no era necesario que se los sacara", reveló el actor. Este acto, inesperado y sin justificación para la escena, lo sumió en un profundo malestar. "Me sentí pésimo, me dejó mal, además, mi calzoncillo era grande, bien nerd", confesó Muñoz, haciendo hincapié en su propia incomodidad física y emocional en ese instante.
Sorprendente acusación de Rodrigo Muñoz
El actor, conocido por interpretar personajes más bien tímidos y con inclinación al humor o a la ternura, contextualizó su sentir dentro de su propia personalidad. "En general hago personajes tímidos y porque yo soy un poco tímido también, me gusta hablar, pero no soy un canchero, ni un galán, mis personajes son para otro lado, por el humor o más tiernos", comentó. Esta descripción personal realza la transgresión percibida, ya que el incidente lo expuso de una manera que contrastaba fuertemente con su zona de confort y su forma de ser.
La confesión de Rodrigo Muñoz no solo expone un episodio personal de vulnerabilidad, sino que también invita a una reflexión más amplia sobre el consentimiento y el respeto en los sets de filmación. El actor concluyó su relato visiblemente afectado: "Me sentí súper pasado a llevar" y "shockeado" con el episodio. Finalmente, su vivencia lo llevó a una profunda empatía: "Ahora entiendo lo que le pasa a las mujeres también", sentenció, dejando entrever el impacto duradero de aquella experiencia.