Un sicario de nacionalidad venezolana, acusado de participar en un brutal asesinato por encargo en Chile, logró fugarse del país. Fue tras realizar un insólito viaje en Uber desde Santiago hasta Iquique.
El recorrido, que superó los 1.800 kilómetros, costó 2,5 millones de pesos. Habría sido parte de un plan cuidadosamente orquestado para cruzar la frontera hacia Perú, según reveló el propio chofer de la aplicación.
Lo que se sabe del sicario
El sujeto en cuestión, Alberto Carlos Mejía Hernández, es sindicado por la Fiscalía como uno de los tres autores materiales del homicidio de José Felipe Reyes Ossa, ocurrido a fines de 2023. Según los antecedentes judiciales, Mejía Hernández fue quien remató a la víctima con un disparo en la cabeza, por lo que recibió una suma superior a los 4 millones de pesos como pago por su participación en el crimen.
La fuga del sicario quedó al descubierto luego de que el conductor del Uber que lo trasladó desde Estación Central hasta Iquique. Durante el extenso trayecto, el pasajero le confesó que tenía intenciones de cruzar hacia Perú, lo que hace suponer que finalmente logró salir del territorio nacional.
Uno de los elementos que dificultó su identificación del sicario fue el uso de múltiples alias. Primero fue registrado como Osmar Ferrer Ramírez, luego como Carlos Alberto Mejía Hernández, hasta que finalmente se corroboró su verdadera identidad. Por ello, las autoridades no descartan que el prófugo esté vinculado con el Tren de Aragua, la organización criminal de origen venezolano que ha extendido sus operaciones por diversos países de Sudamérica.
