China Suárez, quien ha sido protagonista de varias polémicas amorosas, recientemente se ha visto relacionada con un nuevo término viral que ha captado la atención de la generación Z: “ser una Tatiana”. Este concepto se originó en las redes sociales y, aunque inicialmente se usó de forma crítica, se ha extendido más allá de Argentina y ha sido adoptado en otros países, incluso en Chile, para describir a mujeres involucradas en situaciones amorosas complicadas. Ahora, Maite Orsini atraviesa la misma cuestión.
El término fue creado por el streamer Martín “La Faraona” Cirio, quien, en un video viral de hace algunas semanas, lo utilizó para referirse a la actriz argentina. Cirio comentó que “Tatiana” es un nombre que le genera una imagen de una mujer que se deja “pisar por el macho” y que no es capaz de llegar lejos en la vida. De acuerdo con el influencer, las personas que se identifican con este término son aquellas que aparentan ser más sumisas o inocentes, pero que en la práctica se comportan de manera completamente diferente.
El concepto de “ser una Tatiana” se refiere a mujeres que, según Cirio, se hacen las desentendidas después de involucrarse en situaciones amorosas complicadas. A este tipo de mujeres, les gusta demostrar que son más deseadas que las parejas de los hombres casados con los que se relacionan, según el influencer. Esto lo vinculó con el romance de China Suárez con Mauro Icardi, quien estaba casado con Wanda Nara en el momento en que comenzó su affaire con la actriz.
Maite Orsini y su nuevo apodo en la farándula
Aunque el término ha sido utilizado para describir a figuras como Suárez, el concepto ha trascendido las fronteras argentinas. En Chile, por ejemplo, el término también ha sido utilizado para referirse a otras figuras del espectáculo que se encuentran en situaciones similares. Incluso, la política Maite Orsini ha sido mencionada como un ejemplo de “Tatiana”, lo que demuestra la rapidez con la que este concepto se ha viralizado.
Es importante señalar que, aunque el término “ser una Tatiana” fue acuñado en tono crítico, no tiene la intención de ofender a las personas que llevan este nombre. Según La Nación, el término no busca hacer burla, sino más bien reflejar una “actitud” relacionada con ciertas situaciones amorosas y personales, especialmente aquellas que involucran conflictos con terceros. ¿Le molestará esto a Maite Orsini?