Gloria Sáez, viuda del emblemático cantante chileno Tommy Rey, compartió íntimos recuerdos de su vida junto al artista, destacando su pasión por la música y el profundo amor que los unió durante más de cuatro décadas. En una entrevista con Buenos días a todos, confesó: "Si hubiese podido cantar gratis toda la vida, lo hubiera hecho. La música era su vida, así que yo me acostumbré a eso en estos 43 años. Lo acompañé en todo". Sus palabras reflejan la devoción que tuvo por su esposo, incluso en los momentos más demandantes de su carrera.
La viuda también recordó las confesiones más personales de Tommy Rey, quien, pese a su fama y alegría, tenía un temor íntimo. "Él siempre me decía que le tenía miedo a la muerte, pero no a morirse, sino a dejarme sola. Siempre me decía eso, y yo le respondía que no se preocupara, porque no sabíamos quién iba a partir primero", relató con nostalgia. Estas conversaciones íntimas muestran el lado más humano del artista, lejos de los escenarios.
Aunque su matrimonio se formalizó después de 16 años de relación, Gloria lo describió como un momento inolvidable. "Yo lo seguía a todas partes, nos casamos después de 16 años juntos, fue muy bonito el matrimonio, junto a los hijos y nietos", señaló. La ceremonia, rodeada de seres queridos, marcó un hito en su historia de amor, consolidando una unión que trascendió el tiempo.
Dolor en la familia de Tommy Rey tras su muerte
Pese a que las giras y compromisos artísticos les impidieron celebrar juntos la mayoría de los Años Nuevos, Gloria reveló que la Navidad era una tradición inquebrantable en su hogar. "Sí disfrutábamos la Navidad. Llegaba noviembre y ya empezaba con que había que comprar los regalos. Le encantaba tener el árbol lleno de regalos para los hijos y los nietos", recordó, con la voz quebrada por la emoción. Este ritual familiar era uno de los momentos más esperados por el cantante.
El relato de Gloria Sáez no solo pinta el perfil de Tommy Rey como un hombre apasionado por su arte, sino también como un esposo y abuelo dedicado. Sus palabras, cargadas de cariño y nostalgia, permiten asomarse a la vida privada de una de las figuras más queridas de la música chilena, cuyo legado sigue vivo en el corazón de quienes lo amaron.
