Durante la primera noche del Festival de Viña del Mar 2024, una ciudadana venezolana captó la atención de los medios tras un encendido y controvertido discurso. El motivo de su enojo fue el rechazo del público hacia el comediante George Harris, quien fue abucheado y silbado en el escenario de la Quinta Vergara. La mujer, visiblemente molesta, no dudó en expresar su indignación ante las cámaras de Mega.
En su intervención, la entrevistada sugirió que el fracaso de Harris podría tener un trasfondo político. “Les duele que digamos que los socialistas no sirven para nada. Eso es lo que les molesta a los chilenos”, afirmó sin rodeos. Sus palabras, cargadas de emotividad, no pasaron desapercibidas y rápidamente generaron reacciones entre los presentes.
Un espectador chileno que se encontraba en el lugar intentó calmarla, recordándole el espíritu festivo del evento. “No diga eso, acá venimos a divertirnos”, le dijo. Sin embargo, lejos de amainar, la mujer venezolana respondió con más vehemencia: “Aquí no venimos a divertirnos… ¡Qué viva Pinochet!”, exclamó, cerrando su intervención con una frase que desató aún más polémica.
Polémica con una mujer venezolana tras lo ocurrido con George Harris
En redes sociales, los comentarios no tardaron en llegar. Usuarios de plataformas como X (antes Twitter) expresaron opiniones divididas. Algunos criticaron duramente a la mujer venezolana, señalando: “La prepotencia y falta de humildad de esta gente superó la paciencia de los chilenos. Se aprovecharon y eso no se perdona”. Otros aprovecharon para hacer comentarios políticos, como: “Si viviera Pinochet, ni siquiera estarían contando esta historia”.
El incidente no solo puso en evidencia las tensiones políticas y sociales que a veces emergen en eventos masivos, sino que también reavivó debates sobre la migración y la convivencia entre comunidades. Mientras algunos defendieron el derecho de la mujer venezolana a expresar su opinión, otros cuestionaron su falta de respeto hacia el país que la acoge. Sin duda, este episodio quedará marcado como uno de los momentos más controversiales de esta edición del festival.