Jorge Ugalde Parraguez, único imputado por el triple homicidio del fotógrafo Eduardo Cruz-Coke y sus dos hijos en La Reina, se encuentra recluido en la cárcel Santiago 1, donde comparte celda con dos reclusos acusados por delitos graves, según se detalló en el matinal Contigo en la Mañana. El psicólogo, acusado de la muerte de sus parientes, estaría experimentando un clima de miedo al interior del centro penitenciario, razón por la cual Gendarmería ha implementado medidas especiales de protección.
El periodista Sergio Jara entregó en el programa de Julio César Rodríguez antecedentes sobre la difícil situación que vive Ugalde tras las rejas. “Jorge Ugalde no lo pasa bien y siente temor, por eso le han puesto resguardo especial”, señaló Jara. La preocupación por su seguridad se suma a un reciente incidente: “Hace pocos días, más encima, le encontraron un celular”, reveló el periodista, en referencia al famoso aparato telefónico que está prohibido dentro de la prisión.
Sobre el hallazgo del dispositivo, el reportero explicó que la posesión de un teléfono móvil en prisión constituye un delito. "Adentro de la cárcel hay un mercado negro de celulares y le harán otro proceso a Jorge Ugalde, porque es un delito tener un celular en la cárcel. Les suman años y les suman penas”, detalló Jara. Sin embargo, Julio César Rodríguez acotó que el teléfono podría no pertenecer directamente a Ugalde, sino a uno de sus compañeros de celda.
Novedades sobre Jorge Ugalde
Rodríguez precisó que en la celda de Ugalde hay tres personas y que "el celular al parecer es de uno de ellos. Le ofrecieron una llamada, previo pago. O el mismo Jorge Ugalde solicitó la llamada”. El aparato incautado será enviado por Gendarmería a la Fiscalía y, posteriormente, derivado a la Brigada de Homicidios, donde será periciado en busca de información relevante para la investigación del triple crimen.
Adicionalmente, el ex PDI Mauricio Soto reveló que la investigación ya arrojó resultados del teléfono móvil que le fue requisado a Jorge Ugalde al momento de su detención. Según Soto, tras el examen se comprobó que hubo "espacios que fueron borrados" en los aparatos tanto del psicólogo como de su pareja, Trinidad Cruz-Coke, hermana de la víctima, lo que sugiere un intento de ocultar información a los investigadores.