La noticia nuevamente resurge con mucha fuerza.
Es un verdadero escándalo. La ruptura amorosa entre Arturo Vidal y María Teresa Matus conmovió a la prensa española quienes comenzaron a indagar en la historia de amor de ambos, con un capítulo olvidado para la mayoría de los chilenos.
El volante del Barcelona hoy grita a los cuatro vientos su amor por la colombiana Sonia Isaza, siendo acusado de haberle sido infiel a la madre de sus hijos. Y la chilena, pasa las penas con unas vacaciones en solitario, quien demuestra en Instagram que se mantiene muy bien de físico.
Marité es oriunda de Peñalolén, cursó estudios de Fisioterapia y es aficionada al baile. Por mucho tiempo se dedicó a labores de promotora, aprovechando su buena presencia. Así integró varios teams, entre ellos el de la discoteca Costa Varúa. También trabajó como rostro del afamado cabaret “Diosas".
Ambos se conocieron en 2008 cuando el chileno daba sus primeros pasos como futbolista profesional en Bayern Leverkusen y el flechazo fue de inmediato, pero ella estaba pololeando con el bailarín de Rojo Fama contra Fama, programa de TVN, Demis Reyes.
Así lo informó La Cuarta en aquella época: "El propio cabro quien alumbró que hace rato había cachado que su mina andaba en malos pasos".
"Y era que no, si la rucia pasaba viajando a Europa, y en uno de esos piques, volvió con un anillo de diamantes que el mohicanudo le regaló de pura buena onda", publicó el medio.
Tras este viaje, al volver a Chile dejó a Reyes a un lado tras cinco años de relación, para poder casarse con Vidal de forma inmediata. A los tres meses ya estaba embarazada.