Dr. Christian Huidobro, andrólogo y urólogo; Unidad de Medicina Reproductiva, Clínica Las Condes
Las impactantes cifras sobre el aumento del contagio de VIH en nuestro país han generado luces de alarma respecto al incremento de otras Infecciones de Transmisión Sexual (ITS). En el último boletín epidemiológico trimestral de 2018 del Ministerio de Salud se evidenció un alza en las ITS, en particular en las patologías de sífilis y gonorrea, mostrando que los contagios de sífilis se incrementaron 12% en el período enero-septiembre del año pasado; y los de gonorrea en 6%.
La gonorrea, el ureaplasma y las clamidias son los gérmenes que más frecuentemente impactan en la fertilidad del hombre. La mayoría puede también dejar importantes secuelas en el sistema reproductor masculino. Al ser, algunas de ellas, inicialmente asintomáticas, quienes las padecen no se dan cuenta del deterioro que provoca en su salud y del potencial contagio a sus parejas sexuales Sólo en etapa aguda pueden ocasionar síntomas generados por la infección de la uretra, próstata y vesículas seminales.
La presencia de las ITS, además del VIH, es transversal en todos los grupos socioeconómicos del país, pero parecen haber sido olvidadas por la población, especialmente entre las nuevas generaciones. Lo cierto es que cualquier persona puede adquirir algunas de estas enfermedades a través del sexo oral, anal o vaginal y contacto genital. La prevención, en este caso, se podría realizar sólo descartando la presencia de estas enfermedades previo al contacto sexual. El preservativo sólo sería una barrera efectiva, si el contacto fuera exclusivamente a través del genital masculino.
Estas bacterias y sus toxinas afectan directamente los espermios, perjudicando su producción, cantidad y movilidad. También generan infección, inflamación y disfunción de las glándulas anexas, que provocan alteración del plasma seminal. Por último, esta inflamación originada por la infección, puede producir obstrucción de la vía seminal en cualquier punto, desde el testículo hacia el exterior.
Sabemos que las causas inflamatorias e infecciosas son unas de las más relevantes en la infertilidad del hombre. Por lo tanto, es de esperar que, al haber este crecimiento en la prevalencia de las ITS, también en el corto plazo haya un aumento de la infertilidad en la población.
Cada ITS requiere un tratamiento específico, para lo cual es vital un diagnóstico exacto, señala el urólogo y agrega que el examen y tratamiento de las parejas sexuales son fundamentales para evitar la reinfección, prevenir las complicaciones y limitar la diseminación de la enfermedad en la sociedad. Un tratamiento adecuado puede revertir su condición de infertilidad en el hombre. Sin embargo, quienes presentan secuelas tienen que acudir a tratamientos más complejos como la microcirugía y, de ser necesario, a tratamientos de fertilización asistida.
Al ser infecciones asintomáticas, es importante el chequeo preventivo periódico en los hombres. A diferencia del campo de la ginecología que atiende a pacientes mujeres, no existe actualmente una cultura de prevención de salud masculina, por lo que este tema se ha visto invisibilizado y minimizado, hasta que existe una situación evidente de riesgo.