Además, se reportaron casos de abusos contra hombres y niños por parte de estos uniformados.
Una grave acusación se reportó en contra la misión de paz de la ONU en Haití. Según publicaron medios estadounidenses como The Washington Post y The New York Times, citando un estudio del portal académico The Conversation, militares de varios países, entre ellos Chile, pertenecientes a la Minustah (Misión de Estabilización de la ONU en Haití), violaron y embarazaron a cientos de mujeres y niñas a cambio de comida o dinero.
“En el verano de 2017, nuestro equipo de investigación entrevistó a aproximadamente 2.500 haitianos sobre las experiencias de mujeres y niñas locales que viven en comunidades que albergan operaciones de apoyo a la paz. De ellos, 265 contaron historias que presentaban niños engendrados por personal de la ONU”, indica el estudio firmado por la profesora de historia de la Universidad de Birmingham Sabina Lee y por la científica clínico Susan Bartels, de la Universidad de Queen, en Canadá.
El estudio detalla que la misión militar chilena en Haití figura en el cuarto lugar de dicha práctica, con un 20% de los casos. El listado tiene en la mira a 13 países y un “grupo desconocido”, lo lidera Uruguay y le sigue Brasil, además de Argentina, Nepal, Sri Lanka, Canadá, Francia y Bolivia, entre otros.
“Las narraciones revelan cómo las niñas de apenas 11 años fueron abusadas sexualmente e impregnadas por las fuerzas de paz y luego, como dijo un hombre, ‘quedaron en la miseria’ para criar a sus hijos solos, a menudo porque los padres son repatriados una vez que se conoce el embarazo”, dice parte del documento.
A los nacidos de esos abusos se les llama en Haití como “petits minustahs”, por el nombre de la misión pacificadora.
“Un hombre casado de Cité Soleil describió un patrón común en el que las mujeres recibían pequeñas cantidades de dinero a cambio de sexo: Vienen, duermen con las mujeres, se llevan sus placeres, dejan a los niños en sus manos, les dan 500 gourdes”, dice un testimonio en el reporte.
“En otros casos de sexo transaccional, las mujeres y las niñas recibieron alimentos a cambio de tener relaciones sexuales con miembros de la Minustah, lo que pone de relieve la extrema pobreza que contribuye a estos encuentros sexuales. Un miembro de la comunidad masculina en Port Salut informó: ‘Tuvieron relaciones sexuales con las chicas ni siquiera por dinero, es solo por comida, por una comida'”, detalla el informe.