En estas horas, León Murillo reveló algunos datos suyos que eran poco conocidos, los que obviamente hicieron mucho ruido. El mismo será uno de los invitados de este sábado en “La divina comida”, estelar de Chilevisión. Allí, el comediante revelará a la periodista Carola Bezamat, la alcaldesa Daniela Peñaloza y el doctor Sebastián Ugarte, los otros rostros del programa, cómo fueron sus duros inicios en el mundo artístico.
«El fortín Mapocho sacó un aviso que decía que una nueva escuela de teatro se abría en Santiago y estaba sorteando dos becas para todo Chile. Y me gané una beca, me vine a Santiago solo. En un momento no tenía para pagar mi pieza. Me empecé a quedar en la casa de amigos, al otro día con otro y así», se escuchará en el comienzo del relato de León Murillo.
Luego, también resaltará: «En un punto me ganó más la vergüenza que la dignidad. Recuerdo que una noche iba caminando al lugar donde me estaba quedando y en un momento paso frente a la Posta Central, y me di cuenta que ahí por lo menos había un techito, primero fue capear la lluvia un rato a ver qué pasa. Como caché que nadie me venía a correr del lugar pasé la noche ahí, la primera noche».
Más palabras de León Murillo
«Y luego vino la segunda, y fue un período prolongado de casi tres meses. Pasé casi todo ese invierno ahí. Mi primera respuesta fue no y fue justamente por esto, porque yo no quería más estrés, y como con Álex Hernández (director del Festival de Viña por aquellos años) nos conocíamos él me dijo ‘piénsalo, pregúntale a la Mafa’ (su pareja). Le dije Mafa, me llamó el Álex para ir al Festival de Viña y la Mafa lo primero que hace es ‘no, conche», aportó.
Para cerrar, León Murillo dirá: «¿Por qué? Yo sabía que está hue tenía que pasar’, porque ella igual había asistido a todo mi proceso penca del estrés y de todo lo que significaba”, indicó Murillo, quien ante la reflexión de Carola Bezamat, respecto a que “ella (Mafa) lo veía como un riesgo latente. Claro, principalmente para mi salud. Pero inmediatamente después, con esa sabiduría suprema que tiene, me dice: ‘Bueno, ¿a dónde quedó el hue? Mira que los desafíos son para tomarlos».