Transición Injusta: nuevo documental de Chao Carbón revela que la descarbonización en Chile avanza con falsas soluciones y deudas pendientes

La coalición ciudadana Chao Carbón estrenó documental “Sujetos de Desecho: Transición Injusta” en el Cine Arte Alameda (Sala CEINA). La película contrasta las realidades de Huasco, donde siguen operando cinco termoeléctricas a carbón, y Tocopilla, la primera ciudad del país en cerrar todas sus centrales, mostrando los impactos en la salud, el medioambiente y la vida de las comunidades.

Lunes, 06 de octubre de 2025 a las 17:34

El documental principal, “Transición Injusta”  (Chile, 35 min) escrito y  dirigido por Ladislao Palma, con Lucas Zañartu como co-guionista, es un viaje inmersivo guiado por un avatar de inteligencia artificial que personifica a la energía, dándole voz para narrar la desigual transición energética en Chile. La obra contrasta las realidades de Huasco, donde las termoeléctricas a carbón siguen activas sin compromisos de cierre, y Tocopilla, donde se concretó el cierre de las seis unidades carboneras que allí operaban pero aún persisten pasivos ambientales sin remediación y altos índices de enfermedades. La cinta, que utiliza valioso material revela una verdad incómoda: la transición energética es una batalla ideológica que define el futuro de las comunidades y del planeta, cuestionando si este proceso se está realizando de manera verdaderamente justa.

“Pese al creciente ingreso de energías renovables y el cierre de 11 centrales termoeléctricas a carbón, la transición energética en Chile continúa reproduciendo afectaciones negativas sobre comunidades y territorios. Las centrales termoeléctricas están cerrando sin implementar acciones de desmantelamiento ni remediación, las energías renovables se están masificando sin ningún tipo de ordenamiento, y las decisiones energéticas se llevan a cabo sin la inclusión de las comunidades locales que sufren directamente estos impactos; lo que limita las posibilidades de avanzar hacia una transición energética verdaderamente justa”, señaló Sara Larrain directora de la Fundación Chile Sustentable.

En el caso de Huasco, operan cinco termoeléctricas a carbón de Guacolda Energía que durante décadas han generado graves impactos en la salud de la población, debido a la emisión de contaminantes como material particulado, dióxido de azufre y metales pesados, asociados a enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cáncer. En lugar de avanzar hacia su cierre, la empresa ha propuesto reconvertir sus unidades mediante la co-combustión de carbón y amoníaco, una tecnología piloto que no elimina el uso de carbón sino que perpetúa su quema. Esta alternativa, incluida por el gobierno en el Plan de Descarbonización, ha sido presentada como una vía de transición, aunque en la práctica constituye una falsa solución: mantiene los contaminantes locales que afectan a la población, incrementa la emisión de óxidos de nitrógeno que dañan la salud respiratoria y eleva el costo de la generación eléctrica por el alto precio del amoníaco. Con ello, lejos de descarbonizar, se asegura la continuidad del carbón en la matriz energética, postergando los compromisos climáticos y la urgencia de proteger la salud pública.

“En esta relación asimétrica que se construye entre capital y estado, finalmente queda una lista de buenos deseos, pero no implica instancias de reparación con la ciudad”, advierte Damir Galaz, académico, investigador y habitante de Huasco.

En contraste, Tocopilla se convirtió en 2024 en la primera ciudad de Chile en cerrar todas sus centrales a carbón: cuatro de la empresa ENGIE y dos de AES, que operaron por más de tres décadas en la comuna. Este hito puso fin a la exposición directa de la población a la contaminación del aire, suelo y agua derivada de estas instalaciones. Sin embargo, el cierre se realizó sin un plan ambiental aprobado por la autoridad, por lo que hasta hoy no existen medidas de remediación ni limpieza de pasivos ambientales, manteniéndose la afectación sobre el territorio, las zonas costeras y la salud de las personas.

“El plan no es un plan, sino que es un documento, un documento que te puede servir para generar lineamientos y explicar qué es una transición o qué es la transición socioecológica justa. Es algo que al cambiar el gobierno, perfectamente es una política que se puede echar”, señala en el documental la Politóloga, Magíster en sociología, experta en políticas públicas en materia medioambiental, Pamela Poo.

Propuestas para una transición energética justa

Las obras audiovisuales expuestas abordan los desafíos y caminos para avanzar hacia políticas que sienten las bases de una transición energética justa en Chile. Su objetivo es acelerar la salida del carbón y avanzar hacia un sistema eléctrico limpio y sostenible. Entre sus propuestas destacan: adelantar el cierre total de las termoeléctricas antes del 2035 e idealmente el 2030; establecer planes de remediación ambiental y reparación social en las zonas más afectadas (Tocopilla, Mejillones, Huasco, Quintero-Puchuncaví y Coronel); y fortalecer la planificación territorial para prevenir nuevos conflictos socioambientales. Asimismo, promueve proyectos de energía comunitaria y de autoconsumo, una mayor participación ciudadana en la toma de decisiones, el rechazo a reconversiones que prolonguen la quema de carbón, la implementación efectiva de la Estrategia Nacional de Transición Socioecológica Justa, el impulso a energías renovables con tecnologías complementarias y el aumento del impuesto verde a las emisiones. Todo ello con el fin de garantizar una transición justa, descentralizada, participativa y resiliente.

Algo Huele Mal

Como complemento, se exhibió el cortometraje documental “Algo Huele Mal” (México, 13 min) que expone las tensiones ambientales y sociales en el Golfo de California, México. Esta producción también es dirigida por Ladislao Palma y es una colaboración Chile México entre la Coalición Chao Carbón (Chile) y la Alianza Golfo de California (México). La obra audiovisual -que se estrenó simultáneamente en México- denuncia cómo el crecimiento turístico desmedido, la gentrificación y una nueva central eléctrica  de gas amenazan la biodiversidad y las comunidades locales, planteando un urgente llamado por una transición energética justa en México.

Tras las proyecciones, se realizó un conversatorio con la participación de expertos, representantes de las comunidades de Huasco y Tocopilla, e invitados especiales de México, quienes dialogaron sobre los desafíos comunes y las soluciones necesarias para una transición genuinamente justa.

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