El comunicador y ejecutivo de 43 años, Álvaro Ballero, reveló la profunda crisis financiera y personal que atraviesa desde su salida de Canal 13 hace tres años. En una íntima entrevista en el estelar Primer Plano, el ganador de Protagonistas de la Fama confesó que su situación económica llegó a un punto crítico tras años de mantener un estándar de vida superior a sus ingresos reales. Esta debacle derivó en el fin de su matrimonio con la bailarina Ludmila Ksenofontova, quien le solicitó la separación de manera definitiva tras su último cumpleaños.
Álvaro Ballero reconoció que ignoró las constantes advertencias de su esposa, quien le sugería optar por vehículos más económicos y colegios de menor costo para sus hijos. La persistencia en sus gastos lo llevó a una acumulación de deudas que terminó por fracturar la relación. “Ese día después de mi cumpleaños, ella toma la decisión y me dice que se acabó, que ya se había acabado todo, que teníamos que separar nuestras vidas... Nunca me imaginé estar en esa situación”, admitió el profesional, añadiendo que los últimos tres años habían sido de extrema infelicidad.
La falta de recursos obligó al exchica reality a recurrir al auxilio financiero de su círculo cercano para cubrir necesidades básicas. “Yo no tenía cómo vivir. Mi papá me apoyó. O sea, a veces para comprar las colaciones de los niños, ‘deposítame veinte lucas’”, relató Ballero, aclarando que su progenitor vive de su jubilación. Asimismo, reveló que su hermana mayor debió costear la educación de sus hijos durante un año entero ante la imposibilidad de pagar las mensualidades y el constante acoso de las entidades bancarias.
Álvaro Ballero y el drama que vive
El temor a perder su hogar fue una constante en este periodo de inestabilidad. “En esa angustia, que te llamaran los bancos, que si no vendía la casa, yo decía ‘nos vamos a ir a la calle’”, confesó con crudeza. A pesar del dolor de la ruptura, Álvaro Ballero manifestó su intención de respetar el espacio de su expareja mientras enfrenta las consecuencias de sus decisiones pasadas: “Yo viviré mi luto, viviré mis tiempos, no sé cuándo voy a salir de esta”.
Visiblemente emocionado, el profesional lamentó el impacto que la separación tendrá en las próximas festividades y en los planes familiares que se desvanecieron. “Me desespera que ya no vamos a vivir las cosas que proyectamos juntos... Me desespera que probablemente en Año Nuevo no los voy a abrazar”, expresó. No obstante, realizó una autocrítica sobre su comportamiento previo al quiebre, admitiendo que incluso estando casado mantenía una actitud distante: “Son cosas que las hacía igual casado, así de frío era, entonces hoy día me pesa lo que yo mismo construí”.