Un registro audiovisual que muestra a la diputada Maite Orsini concentrada en su teléfono móvil durante una sesión de la Comisión de Seguridad Ciudadana ha generado una notable controversia. El video, que se difundió ampliamente en plataformas digitales, capta a la parlamentaria interactuando con su dispositivo por un lapso de casi diez minutos, específicamente durante 9 minutos y 52 segundos, lo que motivó cuestionamientos sobre su atención a los procedimientos legislativos en curso.
El hecho ocurrió mientras la subsecretaria de Hacienda, Heidi Berner, realizaba una exposición clave ante los miembros de la comisión. La presentación de Berner se centraba en los detalles de un proyecto de ley diseñado para fortalecer las herramientas del Estado en la lucha contra el crimen organizado, uno de los temas prioritarios en la agenda de seguridad del país, lo que añadió mayor sensibilidad al contexto del incidente.
Frente a la viralización del video y las críticas recibidas, la diputada Maite Orsini ofreció una explicación sobre su conducta. Según declaró, el uso de su celular en ese momento no fue por motivos personales, sino que estaba coordinando con su equipo legislativo aspectos técnicos relacionados directamente con la iniciativa que se discutía. "El celular es mi herramienta de trabajo. Solo lo usé en los primeros minutos, cuando se resolvían temas procedimentales. El resto del tiempo estuve completamente atenta a la intervención", afirmó la legisladora.
Nueva polémica de Maite Orsini
La situación ha escalado al punto de motivar una respuesta institucional por parte de la presidencia de la comisión. El diputado Henry Leal (UDI), quien encabeza dicha instancia, anunció que se pondrá en evaluación la posibilidad de implementar un reglamento interno. Esta normativa tendría como objetivo regular el uso de dispositivos electrónicos durante las sesiones para evitar futuras controversias y garantizar el correcto desarrollo del trabajo parlamentario.
En consecuencia, el episodio ha trascendido el caso particular de la diputada Maite Orsini, abriendo un debate más amplio sobre las normas de conducta y el uso de la tecnología dentro de las comisiones del Congreso. La discusión se centra ahora en la necesidad de establecer límites claros que equilibren las herramientas de trabajo modernas con el debido respeto y la atención que requieren las exposiciones y deliberaciones formales.