Jennifer Galvarini, popularmente conocida como "Pincoya" tras su destacada participación en la primera temporada de Gran Hermano Chilevisión, ha vuelto a captar la atención de sus seguidores, esta vez, por un motivo mucho más personal: una notable transformación física. La carismática figura de la televisión, originaria de Chiloé, quien desde su paso por el reality ha mantenido una conexión cercana con su público a través de redes sociales, ha revelado que ha logrado perder entre 8 y 10 kilogramos en tan solo dos meses.
Este importante cambio en su figura no es meramente estético, sino que responde a una profunda motivación ligada a su salud. En una conversación exclusiva con Página 7, Pincoya detalló que la decisión de modificar su estilo de vida surgió tras un chequeo médico que arrojó niveles elevados de triglicéridos. Este resultado fue el catalizador que impulsó a la influencer a tomar las riendas de su bienestar, adoptando hábitos más saludables y conscientes en su día a día.
Las modificaciones implementadas por Pincoya han sido integrales. Ha dejado de fumar, ha reducido significativamente su consumo de alcohol, lácteos y carbohidratos, y ha eliminado por completo el azúcar de su dieta. "Tengo una alimentación balanceada, como proteínas con hartas ensaladas como lechuga y pepino. Empecé como a hacer una depuración de mi cuerpo y a tomar harta agua, hartos jugos que te limpian el organismo", compartió la ex concursante de Gran Hermano, enfatizando la importancia de una nutrición consciente y la hidratación.
La Pincoya es viral en redes por su cambio
Los beneficios de estos cambios no se han limitado a la balanza. Jennifer Galvarini ha experimentado una notable mejora en su energía y calidad de vida. "Me siento bien, duermo bien, antes andaba todo el día cansada, fatigada", confesó Galvarini, destacando la revitalización que siente en su rutina. Esta nueva vitalidad la ha impulsado a considerar actividades físicas que antes no le apetecían: "Voy a empezar a trotar y esas cosas porque estoy de ánimo para hacerlo, porque antes ni eso me daban ganas", agregó.
Finalmente, Pincoya subrayó el motor principal detrás de su transformación, que va más allá de lo personal. "Yo tengo 50 años, uno ya va envejeciendo, pero yo quiero tener una vejez digna, quiero estar bien. Tengo un hijo de 13 años que todavía necesita de su mamá. Así que lo hago por mí, lo hago por mis cercanos y porque no quiero ser una persona que esté enferma, con problemas cardiovasculares, problemas en las rodillas, por un aumento de peso", concluyó, revelando la profunda motivación familiar y el deseo de asegurar una vejez plena y saludable.
