El hallazgo del cuerpo sin vida de Francisco Albornoz en un sector alejado de San Fernando ha estremecido a su círculo más cercano. La noticia, que pone fin a días de incertidumbre, fue confirmada por uno de sus amigos, quien viajó hasta la Región de O’Higgins luego de perderle la pista en Ñuñoa, comuna donde fue visto por última vez. “Es lo peor que podríamos haber pensado. Llegar acá es un camino súper desconocido. Las personas que hicieron esto tenían claro que acá era un lugar inhóspito, sin habitantes”, comentó visiblemente afectado el cercano del joven farmacéutico.
Aunque la confirmación del hallazgo permite cerrar una etapa dolorosa, el sentimiento general entre los familiares y amigos del joven farmacéutico sigue siendo de consternación. “Tengo una cierta paz porque Francisco apareció y podemos cerrar un ciclo, pero esta situación es terrible para toda la familia”, declaró el mismo amigo en conversación con CHV, reflejando el duelo compartido por quienes lo conocían.
Según el testimonio, Francisco había salido a encontrarse con personas que no eran parte de su círculo habitual. “Francisco salió a reunirse con otros amigos que no conocemos, utilizó una aplicación de cita para eso y es lo único que manejábamos”, explicó. La falta de información sobre su paradero y las circunstancias de su desaparición incrementan las dudas en torno al caso.
Novedades sobre el farmacéutico fallecido
Consultado sobre los rumores de la detención de un médico de nacionalidad ecuatoriana, el amigo prefirió no confirmar ni descartar nombres, pero expresó su deseo de justicia. “Ojalá los que están involucrados aparezcan todos. Esto no es un simple homicidio, por eso vamos a colaborar con Fiscalía para que se llegue a una condena acorde a lo que ellos hicieron”, afirmó.
Con firmeza, el joven también descartó que el farmacéutico se haya alejado voluntariamente. “Este es un lugar al que Francisco no hubiera querido venir voluntariamente. Nunca. Jamás hubiese aceptado salir de Santiago”, sostuvo. Y concluyó con una sentencia clara: “Los responsables son unos psicópatas, pero no tenemos conocimiento de quiénes son, menos si es de nacionalidad ecuatoriana. Nuestro grupo es otro”. La investigación sigue su curso mientras sus seres queridos exigen respuestas.