Un horrendo caso de secuestro y tortura ha conmocionado a la comuna de Conchalí, en la Región Metropolitana. Los líderes de una banda de narcotráfico, identificados como Elías Jordan Sayeg Díaz y Cinthya Sitche Sitche, son acusados de atacar y dejar con heridas permanentes a un miembro de su propia organización. La violencia del castigo se debió a una deuda menor vinculada al tráfico de drogas.
Según un reportaje de Canal 13, la pareja proyectaba una imagen de unidad familiar en redes sociales mientras mantenía una activa vida criminal, coordinando puntos de venta de drogas en al menos dos regiones del país. El brutal castigo impuesto a su subalterno se originó por una diferencia de solo $140 mil en el arqueo diario de la venta de pasta base, lo que provocó que la víctima fuera considerada un traidor por el clan en Conchalí.
El secuestro se prolongó por al menos 20 horas, durante las cuales la víctima fue sometida a una serie de actos de extrema violencia. Fue golpeado con un bate de béisbol, quemado con cigarrillos y le realizaron una marca permanente en la espalda con un objeto cortante. Concretamente, le dibujaron una letra “J”, la cual, según la información, hace alusión al nombre del líder de la banda.
Terror en Conchalí
Los actos de tortura escalaron a un nivel de crueldad inaudito: a la víctima le cortaron parte de una de sus orejas y luego fue obligado a ingerirla. Toda la tortura fue grabada y posteriormente viralizada por la banda. El reportaje de T13 sugiere que las órdenes directas de la violenta agresión provenían de Cinthya Sitche Sitche, quien se encontraba embarazada de nueve meses mientras dirigía la sesión de tortura.
Actualmente, tanto la pareja líder de la organización criminal como la víctima de la agresión se encuentran en prisión preventiva. La brutalidad de los hechos ha puesto en evidencia la extrema violencia con la que operan algunas bandas de narcotráfico en el país, dejando una estela de trauma que va más allá del comercio de drogas en Conchalí y todo Chile.