Trece meses de angustia e incertidumbre persisten en torno a la desaparición de María Elcira Contreras, la adulta mayor de 86 años vista por última vez el 12 de mayo de 2024. Su rastro se perdió durante un almuerzo familiar por el Día de la Madre en el restaurante del fundo Las Tórtolas, en Limache. Ahora, nuevos testimonios y un reciente reportaje de 24 Horas revelan la principal hipótesis que maneja la Fiscalía, apuntando a un episodio de desorientación como causa de su enigmático desvanecimiento.
El fiscal jefe de Limache, Guillermo Sánchez, ha confirmado que la carpeta investigativa contiene antecedentes que respaldan esta teoría. "Hay antecedentes en la carpeta que dan cuenta que María Elcira había tenido algunos episodios de desorientación con anterioridad, y todo apunta a que el día de los hechos también sufrió un episodio de esa naturaleza", indicó el persecutor. Sánchez profundizó en su visión: "La hipótesis que más me parece plausible, es que lamentablemente doña María Elcira sufrió un episodio de desorientación, al momento de salir del baño del restaurante, salió por la puerta que da hacia el estacionamiento, se dirigió a esa zona, y posteriormente emprendió camino hacia la parte posterior del restaurante. A mi opinión ella tuvo algún tipo de accidente".
Habló la garzona que atendió a María Elcira en el restaurant
Esta teoría se ve reforzada por testimonios clave recabados el mismo día de la desaparición. Una garzona del restaurante, por ejemplo, relató a la policía un incidente peculiar: "Una abuelita (por María Elcira) me señaló que quería un jugo de frambuesa y le dije que ningún problema, luego continué tomando el pedido y ella me vuelve a reiterar que quería un jugo de frambuesa… y cuando vuelvo a repetir lo que querían para tomar, esta abuelita nuevamente me dice que quería este jugo". Esta reiteración podría interpretarse como una señal de confusión incipiente.
Otro testimonio crucial proviene de un hombre que se cruzó con María Elcira cerca del estacionamiento, poco después de que ella saliera del baño. El testigo relató: "Visualicé a una señora de edad que se encontraba parada al costado izquierdo de un árbol grande, por lo cual paré, para preguntarle a ella si sabía dónde estaban los estacionamientos, fue entonces que la saludé diciéndole: ‘buenas tardes señora’, a lo cual no recibí respuesta alguna, percatándome que la señora mantenía la mirada fija y perdida, por lo cual continué el camino, no sin antes observar que la señora cruzó camino para luego caminar en subida a la pendiente". La descripción de una "mirada fija y perdida" es un elemento significativo que apoya la hipótesis fiscal.
