La misteriosa desaparición de María Ignacia González, concejala de 73 años de Villa Alegre, se vuelve cada vez más enigmática con los nuevos antecedentes revelados por su hija, Javiera Gallegos. En una entrevista con Súbela, Gallegos compartió detalles que sugieren que su madre podría haber estado ocultando información, posiblemente para proteger a su familia, y que la intervención de terceros en su desaparición es una hipótesis cada vez más plausible.
"No sé si lo hizo por protegernos o no. Había cosas que ella no nos quería contar el último tiempo", manifestó Javiera, evocando un singular comentario de su madre que ahora cobra un nuevo significado. Según la hija, la concejala venía pensando "hace meses que tenía el teléfono intervenido", un hecho que, dado su edad, Javiera no cree que haya surgido espontáneamente. "Mi mamá tiene 73 años. No creo que ella sola se le haya ocurrido que tiene el teléfono intervenido. Yo creo que quizá alguien se lo mencionó o alguien está preocupado", agregó, aumentando las sospechas de una trama oculta.
La situación se vuelve aún más inquietante con un recuerdo particular que Javiera compartió: la propia concejala le pidió que hicieran juntas unas "cruces de palqui", las cuales, según explicó su madre, funcionan como un amuleto de protección. "Hace como dos meses atrás me pidió que hiciéramos juntas unas cruces de palqui, que eso es como un amuleto de protección", afirmó Javiera, indicando que este pedido inusual, en retrospectiva, podría ser una señal de que su madre sentía una amenaza latente.
Sigue la búsqueda de la concejala desaparecida
En diálogo con su hermana, Javiera reforzó la idea de que María Ignacia no estaba compartiendo toda la información. "Conversando con mi hermana, sentimos que quizás sí había algo por ahí, ella no nos estaba contando", reveló. La hija también recordó que en otras ocasiones su madre le había comentado sobre "problemas que tuvo con otros concejales o con las administraciones anteriores", mencionando "esas diferencias grandes que había", lo que podría sugerir un móvil político detrás de su desaparición.
La concejala María Ignacia González desapareció el pasado 15 de junio, tras salir de su casa para visitar a un matrimonio amigo. Hasta el día de hoy, no hay pistas concretas sobre su paradero ni el de su vehículo. Las nuevas revelaciones de Javiera Gallegos añaden una capa de complejidad y misterio al caso, sugiriendo que la desaparición podría estar vinculada a algo más que un simple extravío, manteniendo a la familia y a la comunidad de Villa Alegre en un estado de angustia e incertidumbre.