La exsenadora Isabel Allende se manifestó por la filtración de una llamada privada de Miguel Crispi, ex jefe de asesores del segundo piso de La Moneda, donde revelaba supuestas presiones de la militante del Partido Socialista para vender la casa de su padre, el exPresidente Salvador Allende.
Dicha filtración fue la que impulsó la apertura de una causa por presunto tráfico de influencias en contra de la exparlamentaria.
A través de un comunicado, Isabel Allende señaló: "Algunos medios de comunicación han dado a conocer la transcripción de una llamada personal entre el Sr. Crispi y su madre. Lo dicho por el Sr. Crispi en ese llamado es falso y constituyen una falta de respeto a mi familia".
"No intervine de ninguna manera en la venta de la casa de mi padre. Como hemos reiterado seguimos las instrucciones del gobierno. Que el Sr. Crispi explique sus dichos a la brevedad", recalcó.
Tras lo exigido, el abogado de Crispi sostuvo que la conversación fue sacada de contexto y que su representado no acusó delitos.