La incertidumbre en torno al paradero de María Ignacia González, la concejala de 73 años desaparecida desde la madrugada del domingo en medio de un temporal, se ha intensificado drásticamente. Lo que inicialmente parecía un camino claro para la investigación ha dado un giro inesperado, complicando el ya enrevesado puzzle policial. Las últimas informaciones sugieren que el caso se ha vuelto más complejo de lo que se creía, obligando a las autoridades a replantear la estrategia de búsqueda.
La Policía de Investigaciones (PDI) ha descartado la validez de una de las piezas clave que se manejaban: la última imagen de la edil a bordo de su vehículo. Esta imagen, que inicialmente se consideró fundamental para rastrear sus pasos, ha sido desestimada, lo que ha llevado a un cambio radical en el enfoque de la investigación. Con esta información descartada, la búsqueda de la concejala se ha desplazado a una zona completamente diferente, ampliando el radio de rastreo a una escala nunca antes vista en Villa Alegre, lo que refleja la desesperación por encontrarla.
El despliegue de recursos se ve obstaculizado por deficiencias tecnológicas en la comuna. Según un reporte del matinal Buenos días a todos, de las 42 cámaras de seguridad instaladas en Villa Alegre, no todas se encuentran operativas, lo que representa un significativo desafío para los investigadores. A esto se suma el descarte de una grabación crucial proveniente de una cámara particular, que, por motivos no revelados en el programa, no se sumó a la investigación, privando a la PDI de una posible pista vital en este misterio.
¿Qué pasó con la concejala González?
Con el Loncomilla ya no siendo el foco principal, la PDI ha redirigido sus esfuerzos. Ahora, la incansable búsqueda de María Ignacia González, una figura muy querida en el pueblo por sus cinco períodos como concejala, se realiza en otras áreas de la localidad. Las autoridades están literalmente buscando casa por casa en Villa Alegre, explorando cada rincón en un intento desesperado por encontrar alguna señal de su paradero, conscientes de que el tiempo apremia en estos casos de desaparición.
La magnitud de la operación y los giros inesperados en la investigación reafirman que no se descarta la intervención de terceros en la misteriosa desaparición de la concejala. Esta hipótesis, que cobra cada vez más fuerza, sugiere que María Ignacia podría no haberse extraviado por causas naturales o accidentales, sino que su ausencia podría ser el resultado de un acto deliberado. La comunidad espera con ansias el desenlace de este complejo caso que mantiene en vilo a toda la Región del Maule.