La conductora del Festival de Viña del Mar, Karen Doggenweiler, profundizó en la estrecha relación que ha forjado con su compañero de pantalla, José Antonio Neme. En una entrevista para el podcast Amiga, ¿Supiste?, la comunicadora aseguró que la conexión entre ambos trasciende lo profesional, estableciendo una confianza que calificó como excepcional tras años de conocerse. “Bueno, nos conocemos hace harto tiempo con el Jose. Y tenemos una confianza única, tocamos así como por oído. A esas alturas, ya somos familia”, declaró la animadora.
Karen Doggenweiler detalló que este lazo se extiende a su círculo íntimo, revelando que el periodista de Mega mantiene una gran afinidad con su esposo, Marco Enríquez-Ominami, y con otros miembros de su hogar. “Se quieren mucho con Marco. Es amigo de mi suegra, ha ido él a ver a la Manuelita cuando yo he estado angustiada”, relató. Según sus palabras, Neme ha demostrado ser un apoyo fundamental en momentos personales complejos, describiéndolo como un “superbuen amigo” y un colega con quien se entiende a la perfección.
Respecto a la dinámica que proyectan diariamente en el matinal Mucho Gusto, la conductora destacó que sus personalidades operan bajo un sistema de contrapesos. “Creo que tenemos un estilo que además es súper compatible. De repente, yo pienso que el Jose va a dejar la escoba en algún momento con su indignación, por injusticias, que es súper válido… Bueno y ahí estoy yo”, explicó. Para ella, esta interacción es similar a la de las parejas o amigos cercanos que logran "navegar" juntos ante diversas situaciones.
Karen Doggenweiler y su relación con Neme
La periodista enfatizó que el éxito de su dupla televisiva radica en el equilibrio de caracteres para evitar que el proyecto fracase. “Si los dos nos tiramos al mar, creo que la cosa naufraga. Pero nosotros nos equilibramos súper bien, poniendo él un tono, yo la mesura, otras veces enojándome yo también, defendiendo reivindicaciones de las mujeres”, sostuvo durante la conversación, subrayando que alternan roles de indignación y calma según lo requiera la contingencia.
Finalmente, Karen Doggenweiler reafirmó la solidez de su equipo de trabajo basándose en la libertad y la admiración mutua. “Siento que estamos ahí como muy bien complementados. Nos tenemos cariño, nos tenemos mucho respeto intelectual y lo pasamos muy bien juntos. Somos muy libres”, concluyó. Estas declaraciones ratifican la consolidación de una de las duplas más estables de la televisión chilena actual, cimentada en un afecto que ha traspasado el set de grabación.