Habló fuerte y claro. El tenista chileno Hans Polipnik fue entrevistado por
La Nación en Argentina de cara a la próxima serie de Copa Davis ante los trasandinos en San Juan,y habló de todo. Sacó su lado más político y social, aclarando que es embajador de Greenpeace e intentó usar ropa con mensajes ambientalistas en los torneos, pero la ATP lo rechazó.
“Me preocupa el bienestar del mundo. Viajar por sitios pobres, como Nigeria, o ricos, como Suiza, me abrió la cabeza. Me identifico con las causas sociales. No creo en las fronteras. A veces encuentro un poco ridículo lo del patriotismo”, señaló. Sin embargo, también aseguró que por motivos personales, a sus 18 años, tuvo que ir a dar clases de tenis a los violadores de derechos humanos en Punta Peuco.
“Es una cárcel con militares presos implicados en asuntos de derechos humanos de la época de Pinochet. Yo no sabía al principio, no entendía bien, me preguntaron si quería hacer algo en una cárcel y me pareció bueno. Fui y me encontré con que era el único en el recinto que no era preso o gendarme. Me quedé solo con todos, estuve cinco horas dándoles clases y al principio sentí un poco de temor porque los gendarmes, que eran los que me podían proteger, estaban todos arriba con las metralletas y yo abajo”, detalló.
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