Puede tener relación con el tipo de cliente, o con el estilo de vida que hoy en día los individuos buscan, pero cada vez parece más importante contar con la definición de hogar para el lugar donde se habita: que sea ameno, acogedor y ya no sólo funcional.
Antes parecía un asunto de preocupación sólo para algunas personas, como diseñadores de interiores o urbanistas, pero hoy ha traspasado barreras. La sociedad actual demanda espacios que se sientan y perciban como habitables más allá de las cuatro paredes con las que pueda contar.
El entorno siempre es un punto clave desde esta perspectiva, espacios que generen comodidad y que nutran a la infraestructura de una sensación de habitabilidad.
Una nueva manera de vivir
El hacer estos espacios más amigables implica una multiplicidad de factores. En algunos casos, puede tratarse de los materiales de construcción o la ubicación.
Finalmente existe un conjunto de características que cada usuario debe visualizar para transformar su casa en un hogar desde el punto de vista del diseño, no de quienes les habitan. Aquella proyección siempre es un primer paso para poder avanzar hacia la comodidad y bienestar.
Francisco Urrutia, experto de Hunter Douglas Chile, donde se dedican a la innovación para el hogar, ha comprendido que hay patrones que transforman los espacios y generan este mayor recogimiento que muchos buscan.
“Los jardines sin duda siempre dan un enfoque diferente y son un factor de atracción para quienes quieren sentirse cómodos, quienes no quieren sólo una casa piloto o un decorado dentro de la norma”, menciona.
La luz también parece un elemento determinante a considerar. “Hay conceptos en Dinamarca, por ejemplo, que hablan de esto. El llamado hygge, que es como la sensación de bienestar o sobrecogimiento, de calidez. Quizás la rutina de vida a la que hemos llegado hoy en día ha guiado al cliente de inmueble en esa dirección. Eso es lo que buscan”, remarca Urrutia, quien ejerce como gerente de marketing WCP en la marca internacional.
Proyectarse en el espacio
Todo lo anteriormente mencionado tiene que ver con proyectarse y ver el potencial de la estructura con la que se cuenta por habitar. Hoy en día también existen especialistas que incluso revisan la psicología detrás de un lugar para saber cómo decorarlo y ordenar.
El arte, las plantas, la luz y distribución de los espacios permiten que se genere una confianza con el lugar donde se vive.
Parece obvio que uno deba sentirse cómodo en el hogar, pero de alguna manera hemos llevado como sociedad un estilo de vida que nos aleja de esta situación, y que hoy llama a una urgencia de diseño para mejorar, finalmente, la calidad de vida. Labores como el diseño de interiores, el paisajismo y la arquitectura toman un nuevo significado entre quienes se están apropiando de los espacios más que nunca.